Conaf medirá emisiones de carbono en árboles del Norte Chico para mitigación de cambio climático

El fortalecimiento de las acciones para mitigar efectos del cambio climático, continúa liderando las acciones y preocupaciones de las entidades competentes en esta materia. Es así como la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y el Instituto Forestal (Infor), ambas pertenecientes al Ministerio de Agricultura, desarrollarán un estudio que permitirá vincular las especies forrajeras, o sea, los recursos forestales utilizados para la alimentación del ganado, a los complejos mercados de carbono.

El estudio será ejecutado por el INFOR, enmarcándose la iniciativa en la Estrategia Nacional de Bosques y Cambio Climático (ENBCC) de Conaf. La  iniciativa se desarrolla a través de un programa de actividades, entre las que  destaca la proyección futura de los niveles de carbono (emisiones y captura) en los bosques del norte y en los suelos factibles de forestar en la Región de Coquimbo, complementado con especies como el Algarrobo, Tamarugo, Acacia saligna, Atriplex nummlaria, Atriplex repanda, entre otras.

En términos generales,  se considerará la recopilación de antecedentes climáticos, de uso del suelo,  tasas de crecimiento, entre otras variables para definir las zonas actuales  potenciales para ser reforestadas en la región.

Una segunda fase del estudio  permitirá  la validación de los cálculos mencionados por parte del estándar del mercado voluntario de carbono, Verified Carbon Standard (VCS),  para finalmente iniciar la fase de proyectos pilotos, en áreas donde sea factible vincular este tipo de tendencias internacionales con actividades forestales más convencionales del norte chico, como lo es por ejemplo la forestación con especies forrajeras.

Lo que respecta a las zonas áridas o semiáridas,  los bosques y específicamente las especies forrajeras, prestan un servicio social y medioambiental fundamental para la vida y el desarrollo de las comunidades. Por una parte actúan como alimento para los animales, combustible, para la elaboración de construcciones rurales y herramientas, además,  evitan la desertificación contribuyendo a conservar el suelo y el agua.