Condenan a Conservador a pagar indemnización de $ 142 millones a ex empleado

Han pasado dos años y siete meses desde que quedó al descubierto el intento de extorsión que denunció el conservador de Bienes Raíces de Santiago (CBRS), Luis Maldonado. La ex modelo Carolina Leal, a través de un abogado, intentó cobrarle $ 200 millones a cambio de no publicitar un set de fotos comprometedoras.

Cuando estalló el escándalo, el funcionario del CBRS Marcelo Encina fue despedido por su supuesto vínculo con la trama extorsiva. Sin embargo, en el juicio oral por el caso, Carolina Leal y el abogado Marcelo Jadue fueron condenados por el delito de amenazas y Encina resultó finalmente absuelto luego de que el tribunal descartara su participación.

No pasó mucho para que Encina contraatacara: el removido funcionario presentó una demanda por despido injustificado que fue tramitada ante el Séptimo Juzgado del Trabajo de Santiago. Su caso fue, finalmente, acogido. El tribunal condenó al conservador de Bienes Raíces de Santiago al pago de $ 142 millones a Encina por su despido injustificado.

El fallo sostiene que "el despido, si bien fue injustificado, no fue carente de motivo plausible", considerando que Encina fue formalizado y que el Ministerio Público, por ende, tenía sospechas de su participación en el chantaje. En todo caso, la sentencia recoge el hecho de que no se pudo comprobar que el ex empleado haya sido parte de la trama.

Los $ 142 millones de pesos deberán ser pagados por los tres conservadores de Bienes Raíces de Santiago, Luis Maldonado, Kamel Saquel y Edmundo Rojas.

Marcelo Encina, quien se dedicaba al arriendo de maquinaria, señaló que "fui acusado de extorsión. Salí igual que un delincuente desde donde trabajé 42 años. Tenía la confianza de los tres conservadores, y fui despedido por televisión. Me he mantenido gracias a mi cuñado, tuve que entregar mis máquinas. Me enfermé, tuve que recurrir a psiquiatras".

En el CBRS no quisieron hacer comentarios respecto del fallo, sólo se remitieron a señalar que apelarán.

Luis Maldonado, uno de los funcionarios públicos mejor pagados del país, debió reconocer recientemente que tenía a cinco familiares contratados en su oficina.