Corto animado al estilo de Tim Burton se estrena en diciembre
La niña de viento, filmada en Valparaíso con técnica stopmotion, está influenciada por leyendas del sur de Chile.<br />
En un bar de Valparaíso, una puerta en el suelo se abre y aparece otro mundo. Uno de fantasía con colores mágicos y bosques encantados. Es el universo de La niña de viento, un cortometraje en stopmotion deudor de los filmes animados de Tim Burton y que destaca por su depurada estética.
El bar fue el lugar donde por más de cuarenta días, el equipo de filmación se encerró para dar vida a este filme que recupera la añosa técnica animada con decorados a escala y muñecos de 30 cms. Basado en leyendas del sur del país, en especial de la zona cordillerana de Valdivia, el trabajo dirigido por Nicolás Lara y ganador del Fondo de Fomento Audiovisual, se estrenará el 26 de diciembre en el Cine Arte de Viña del Mar, antes de iniciar un recorrido por festivales como el Animate de Barcelona y el de Cine Digital de Viña del Mar.
"El proyecto nació en Argentina, donde el director se reunió con un grupo de estudiantes en una escuela de Buenos Aires, en especial con Pamela Barrios, quien ya tenía los dibujos y los escenarios", cuenta Jetzabel Moreno, productora del filme.
Realizaron una primera filmación en El Quisco para presentar al Fondo, y el rodaje definitivo se terminó el 2 de noviembre. Fue un trabajo intenso ya que al mismo tiempo de la artesanal filmación, por las noches se hacía el montaje. De hecho, el día que concluyeron de rodar, ya tenían listo el trailer, que puede verse en Internet.
"La estética está influenciada por el sur de chile, el interior de Valdivia, la cordillera. Pero quiénes lo han visto lo asocian a Tim Burton por el uso de los colores y el contraste en sombras", explica Moreno.
"La historia gira en torno la capacidad del hombre de resolver sus problemas de manera imaginaria", explica Moreno. Y el filme lo hace a través de una amiga imaginaria, la niña que da título a la cinta.
Aparte del rodaje, la producción empleó tres semanas en diseñar los decorados exteriores (casa, jardín y bosque), y otras dos en crear a los personajes. Pero la complejidad mayor, según Moreno, fue convivir esos cuarenta días encerrados sin luz natural.
"Al ver los resultados, pensamos en un momento alargar el metraje, pero como estuvimos casi 45 días encerrados para hacer 15 minutos, hubiéramos muerto en el intento", concluye la productora.
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