Crean vacuna que reduce en 90% el virus del VIH durante un año
Manipulación de células del propio paciente permitió reforzar sistema inmune y reducir 10 veces carga viral.
Gracias a las últimas terapias antirretrovirales, hoy las personas con VIH pueden vivir con el virus bien controlado, como si fuera un mal crónico. Pero mantener a raya la enfermedad no es suficiente, porque consumir estos fármacos a diario y de por vida produce efectos indeseados a corto y largo plazo, que van desde molestias gastrointestinales y mareos hasta toxicidad hepática, renal, diabetes y males cardiovasculares.
De ahí que varios grupos de científicos estén trabajando en una vacuna terapéutica que permita una cura funcional para estos pacientes, lo que significa lograr que el virus del VIH -sin desaparecer completamente- sea indetectable en los exámenes de sangre.
Esto todavía no se ha conseguido, pero ayer científicos del Hospital Clínic de Barcelona y de la U. de Barcelona mostraron una nueva vacuna capaz de reforzar el sistema inmune de los pacientes, reduciendo la carga viral del VIH en su sangre hasta en 90% y por casi un año. Es decir, quienes fueron inoculados no tuvieron que tomar triterapia diaria durante meses.
Felipe García, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, dijo que estas vacunas terapéuticas serán las alternativas a los antirretrovirales. "Hemos demostrado ser capaces de inducir una respuesta específica asociada con un control de la replicación viral. La vacuna es segura y tiene una buena tolerancia", indica.
La vacuna
Esta terapia trabaja con las células dendríticas del paciente. Estas células especializadas del sistema inmune son las encargadas de presentar los patógenos que están invadiendo el cuerpo al resto de las células inmunes.
Dentro de estas últimas, los linfocitos CD4 juegan un papel crucial, ya que son un tipo especial de glóbulo blanco, que inicia la respuesta inmune contra el virus invasor. Sin embargo, en el caso de infección por VIH, existe un problema adicional: este virus es capaz de infectar a las células dendríticas, las que llevan el virus en su membrana externa.
Esto genera un bloqueo del trabajo de las células CD4, que o son incapaces de generar una respuesta inmune o mueren. Eso hace que el virus se multiplique en la sangre y que el organismo quede expuesto a cualquier otro patógeno.
Según la investigación, publicada en Science Translational Medicine, los expertos españoles trabajaron con células dendríticas extraídas de pacientes con VIH. Una vez en el laboratorio, estas células fueron mezcladas con virus VIH -también del propio paciente-, pero inactivado con calor. De esta forma, se aseguraron de que la célula dendrítica presente este virus al resto del sistema inmune, pero sin tenerlo pegado a su membrana, por lo que evitan que infecte a las células que luchan contra el virus.
El estudio
Desde el año 2005, este equipo viene trabajando en el desarrollo de esta vacuna terapéutica contra el VIH. En este estudio específico se reclutaron a 36 pacientes con VIH. A 24 de ellos les fue aplicada la terapia de células dendríticas (con y sin mezcla de VIH) y otros 12 sirvieron como grupo control. En ambos casos, la vacunación fue factible, segura y bien tolerada, y cambió el equilibrio virus/huésped en favor del huésped.
En total, fueron aplicadas cuatro dosis de vacuna y el tratamiento con antirretrovirales fue suspendido. Doce semanas después, se observó una reducción de más del 90% de la carga viral estimada en los pacientes vacunados, un resultado que no se pudo mantener en el tiempo, por lo que antes de completar un año después de la primera dosis de vacuna, los pacientes tuvieron que volver a tomar su terapia antirretroviral, porque el virus comenzaba a circular en forma peligrosa en sus organismos.
Para el inmunólogo y jefe del Centro de VIH del Hospital Clínico de la U. de Chile, Alejandro Afani, más que un reemplazo de la triterapia, este tipo de vacuna será un complemento para lograr la cura funcional de la enfermedad.
"No todas las personas responden igual al tratamiento. Algunas pueden tomar desde una tableta diaria hasta cinco o seis como máximo. Por eso, los nuevos medicamentos están orientados a mejorar la potencia, con menos cantidad de tabletas y con menos efectos adversos", explicó.
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