Cristián Guedelhoefer Erbetta, coronel de Ejército y director de la Escuela Militar: "La sociedad debe tener la certeza de que formamos a líderes con criterios éticos"

El próximo 16 de marzo, la Escuela Militar, del Ejército de Chile, cumplirá 200 años desde que Bernardo O'Higgins la fundara bajo el nombre de Academia Militar. Dos siglos de historia para la entidad encargada de formar a los oficiales de esta rama de las FF.AA. Actualmente, la institución cuenta con 858 alumnos, de los cuales 97 son mujeres.

Para esta conmemoración, la entidad formó hace tres años la Comisión Bicentenario, encargada de llevar a cabo proyectos para el desarrollo de la escuela. "La comisión se sustenta bajo el amparo de cuatro pilares que son fundamentales, donde se desarrollaron los diferentes proyectos bicentenario. Uno de ellos es el mejoramiento ambiental de la escuela, investigación, proyectos en educación y extensión", cuenta el coronel Cristián Guedelhoefer Erbetta, director de la Escuela Militar.

¿Qué actividades especiales están pensadas para el aniversario?

Como parte de las actividades conmemorativas del bicentenario de la Escuela Militar, está la celebración misma, que es la más importante, que se realizará el 16 de marzo. En ella, la Presidenta Michelle Bachelet inaugurará la Plaza Bicentenario, que estará dentro de la escuela, y que conmemora a todos quienes fueron ex alumnos y a quienes han realizado tareas en nuestra escuela. El 18 de marzo hay una gala ecuestre, abierta a todo público. Además, el sábado 25 tendremos el privilegio de tener en nuestro frontis la presentación especial de los Niños Cantores de Viena, en el marco de la actividad "200 años, 200 músicos".

Según su criterio, ¿cuál ha sido el principal aporte de la Escuela Militar en estos 200 años?

Creo que su labor integradora, su labor formadora de líderes, y no solamente de líderes militares, sino también de todos aquellos ciudadanos que, habiendo ingresado y sin necesidad de haber egresado, también la integraron.

Usted dice que la Comisión Bicentenario ha estado trabajando en varios proyectos. ¿Cuáles son estos?, ¿qué áreas abarcan?

Algunos proyectos ya se han terminado, como la Biblioteca de la Escuela Militar, lugar al cual tiene acceso toda la ciudadanía. Además, tenemos proyectos relacionados con la elaboración de literatura conmemorativa del bicentenario de la escuela, con la historia de la institución. También se puso en marcha un recorrido turístico al interior de la Escuela al que todos tiene acceso, a través de la página web de la Escuela Militar. Los días martes, jueves y sábado pueden realizar los recorridos turísticos.

Las ramas de las FF.AA. también han hecho noticia en los últimos meses por hechos como el fraude en el Ejército, con fondos derivados de la Ley Reservada del Cobre, o las grabaciones a mujeres en la Armada. ¿Cómo se abordan estas situaciones en la escuela con los futuros oficiales?

El Ejército y particularmente la Escuela Militar han formado, desde el punto de vista conductual y valórico, estrictamente a sus alumnos. Siempre. Estas cosas se conversan, se tratan y se discuten. El tratamiento es a través de análisis de casos. Nuestro currículo está basado en competencias y una forma de adquirirlas es nutriéndose de lo que pasa, sacando análisis y haciendo conclusiones. Y con ese entendimiento poder aplicarlo en el futuro. Finalmente, la decisión de actuar bien o mal es de cada militar. Pero la sociedad debe tener la certeza de que formamos a líderes con criterios éticos.

Actualmente hay 97 mujeres en la institución. ¿Tienen previsto reforzar las campañas informativas para aumentar su ingreso a la escuela?

Cada año la cantidad de mujeres que postulan ha ido en aumento. El 2016 tuvimos cifras históricas: casi tres mil mujeres iniciaron este proceso. No hay cuotas especiales para una cierta cantidad de hombres o de mujeres. Las vacantes para este año fueron 200 (para hombres y mujeres) y en ese proceso quedaron 36 mujeres. Las mujeres tienen las capacidades y las potencialidades para pertenecer a la institución. No hay ninguna diferencia en cuanto a cumplir los estándares que el Ejército exige para poder ingresar a la Escuela Militar.

¿Cuáles son, a su juicio, los desafíos que la Escuela Militar tiene en lo que queda de esta década?

Cada vez es más difícil adaptarse a los procesos que está viviendo la sociedad. El mayor desafío es lograr sentir el pulso de lo que está pasando y poder generar los cambios necesarios para poder entregar una buena formación académica, sin perder el rigor de la disciplina militar.