Cristopher Walken y Seymour Hoffman protagonizan filme sobre el mundo de la música

Estupendas actuaciones y un drama emotivo y cálido es lo que la tercera noche del Festival de Cine Las Condes tiene reservada con el estreno del filme El último concierto, del director Yaron Zilberman. La película cuenta con un elenco estelar, encabezado por Christopher Walken, Philip Seymour Hoffman, Catherine Keener y Mark Ivanir.

Peter Mitchell (Walken) es el miembro más antiguo de un reconocido cuarteto de cuerdas que ya se aproxima a celebrar su aniversario número 25. Durante este tiempo se han mantenido unidos, viajando, practicando y viviendo un proyecto común que les ha entregado más de una alegría y satisfacción, entre ellas el matrimonio de dos de sus miembros, Robert (Hoffman) y Juliette (Keener), quienes ya tienen una hija veinteañera que también está interesada en la música, Alexandra (Imogen Poots).

El microuniverso perfectamente balanceado que este cuarteto ha formado con los años se ve resquebrajado cuando Peter descubre que está sufriendo las primeras etapas del parkinson, enfermedad que pronto lo inhabilitará para seguir tocando su amado violonchelo. Es tiempo de enfrentar los cambios, de aceptar que la vida tiene un curso irremediable y que nada permanece inalterable. Y como ocurre en estas situaciones, los conflictos latentes por años comienzan a surgir y los resentimientos guardados salen a escena. Siempre hay algo bajo la superficie, celos profesionales, inseguridades e infidelidades están a la vuelta de la esquina. Nadie está ajeno a ello y es algo que el director Zilberman tiene muy claro.

En palabras de Ella Taylor, crítica de cine de NPR: "No cabe duda de que el director de El último concierto ama a la gente imperfecta tanto como ama la perfección en la música, y los mejores momentos de este filme son cuando se deleita con mostrar el temperamento artístico bajo presión". Y en esta historia hay mucha presión. Por un lado está la enfermedad de Peter, quien ha quedado recientemente viudo y vive con un constante dolor por su pérdida. Por otro lado está el matrimonio de Robert y Juliette, que atraviesa un período de reacomodo, tensión y alejamiento. Si esto fuera poco, Daniel Lerner (Ivanir), primer violín del grupo y el más joven de todos, comienza una relación con Alexandra, hecho que sólo trae más conflicto y alejamiento.

Además de entregarnos una historia humana conmovedora, la película también nos enseña un mundo pocas veces revelado, así es como lo describió el desaparecido crítico norteamericano Roger Ebert, del Chicago Sun-Times: "Este filme hace una de las cosas más interesantes que una película puede hacer. Muestra cómo reputados profesionales realizan su trabajo. Sospecho que todo amante serio de la música estará convencido de que el director de este filme sabe de corazón de lo que está hablando".

Pero no sólo los amantes de la música disfrutarán con esta historia, en especial con la interpretación del Opus 131 de Beethoven, pieza que sirve como eje fundamental del filme, sino que todo amante del buen cine se verá satisfecho con estos personajes humanos, bellamente imperfectos y que buscan la mejor forma de sobrellevar sus conflictos y sus vidas.