DC reactiva ofensiva por el voto obligatorio tras dichos de Bachelet

A fines de 2010, el senador y presidente de la DC, Ignacio Walker, publicó una carta titulada "En defensa del voto obligatorio". En el texto, el ex canciller plantea que la disposición a fijar el sufragio como voluntario promovía una ciudadanía "de baja intensidad".

Casi tres años después, el jueves, la abanderada de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, admitió que dio un giro en su pensamiento respecto de la reforma. "Yo creía que a los chilenos les encantaba ir a votar, pero parece que era porque estábamos obligados a ir a votar", dijo en una entrevista radial.

La declaración de la ex presidenta fue ampliamente celebrada por los representantes de la falange, quienes vislumbran en la afirmación de la candidata un buen espacio para retomar la discusión.

En especial, en la víspera de la elección presidencial, la que ha sido calificada por los expertos como la "prueba de fuego" de la reforma constitucional promulgada en 2012 por el Presidente Sebastián Piñera tras la aprobación en el Congreso de la ley orgánica.

De hecho, meses antes a la aprobación en el Parlamento, un grupo de diputados democratacristianos presentó una iniciativa para reponer la obligatoriedad. 

Todo, a partir de la definición del congreso ideológico de la colectividad, y la propuesta que más tarde adoptó el partido: inscripción automática, voto obligatorio y desafiliación voluntaria.

"La DC siempre ha sido partidaria del voto obligatorio. Es una expresión de pertenencia a una comunidad, a la solidaridad, a entender que la democracia no es sólo el ejercicio de derechos, sino también de deberes ciudadanos. Esa es nuestra profunda convicción", explicó Walker, que además adelantó que, de ganar Bachelet, espera que "con buenos argumentos" se pueda revertir la disposición actual.

En la misma línea, el senador Patricio Walker, que preside la Comisión de Constitución del Senado, reiteró su disposición para abrir la discusión en dicha instancia legislativa.

"Será muy importante la señal que envíe el próximo gobierno", dijo.

Fuentes al interior de la falange recuerdan que la reforma terminó siendo empujada por el bloque progresista de la oposición, situación que, a partir del giro en la postura de Bachelet, pretenden revertir.

De hecho, el PS y el PPD fueron los principales promotores de la consagración de la voluntariedad.

Esta vez, y pese a los dichos de Bachelet, en la sección dedicada a las reformas constitucionales del programa de la abanderada de la Nueva Mayoría no se considera dicha reforma electoral.

PRIMERA PRUEBA

En tanto, en todo el espectro político y principalmente en La Moneda están expectantes respecto del nivel de participación que se pueda registrar el 17 de noviembre. 

El principal dato es la abstención del 60% del padrón registrado en las últimas elecciones municipales.

La mayoría de los expertos coincide en que esta vez los márgenes de la votación bordeará entre los seis y los nueve millones de votantes.

Sin embargo, también hacen una prevención: a diferencia de otras elecciones y a partir de experiencias comparadas en otros países, la elección presidencial concita un mayor interés.

De todos modos, el ministro de la Segpres, Cristián Larroulet, hizo eco ayer del debate y apuntó al giro en la postura de Bachelet. Defendió la implementación de la voluntariedad, en especial considerando que su gobierno fue promotor de la reforma al sistema electoral.

"Me parece extraño que sin haber visto todavía en operación plena un cambio institucional de esa envergadura, cambie de opinión. El voto voluntario es un elemento central de las reformas políticas para mejorar la confianza en las instituciones políticas", dijo Larroulet.