Dilma Rousseff visita Cuba en medio de controversia por la bloguera Yoani Sánchez
La mandataria brasileña partirá esta jornada desde una base aérea en Brasilia, con La Habana como destino, y después Haití.
La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff partirá esta jornada desde una base aérea en Brasilia, con destino a Cuba y Haití.
En su primera parada, la primera visita desde que asumió en 2011, la mandataria se encontrará con su colega cubano Raúl Castro, y es probable una cita con el ex Presidente Fidel Castro.
Durante su estadía en La Habana, Rousseff realizará un homenaje al héroe nacional José Martí, y tratará con los líderes cubanos la cooperación bilateral en áreas de infraestructura, agricultura y educación, apunta Xinhua.
Sin embargo, la visita estará marcada por la controversia y un un particular escenario político con protagonistas propios: se trata de la bloguera cubana Yoani Sánchez, que podría enturbiar las relaciones entre Brasilia y La Habana con sus intentos por acercarse a Dilma, según un análisis de Dpa.
Sánchez, actualmente la voz más conocida de la disidencia en la isla, ha conseguido en las últimas semanas bastante difusión para su caso. Aunque es improbable que pueda salir de Cuba, la bloguera acaba de recibir un visado para viajar a Brasil, tras una campaña en la que le envió incluso una carta a Rousseff.
La mandataria guarda silencio respecto a Sánchez, y el gobierno de Brasilia ha descartado de antemano que Rousseff vaya a reunirse con disidentes en Cuba. La Presidenta "no pretende incluir en su agenda el pedido de audiencia hecho por opositores", señaló hace unos días la agencia brasileña Estado.
También el ministro de Exteriores del país sudamericano, Antonio Patriota, subrayó ayer el interés de Brasilia por centrarse en asuntos económicos, evitando el espinoso tema de los derechos humanos. Patriota estuvo recientemente en La Habana para preparar la la primera visita al exterior de la presidenta en 2012.
Consciente de su poder de difusión mediática en el extranjero, Sánchez ha manifestado sin embargo públicamente sus expectativas respecto a Rousseff, llegando incluso a compararse con la ex guerrillera. "Yo me siento como Dilma", citaron varios medios internacionales recientemente a la disidente, que tiene también más de 200.000 seguidores en la red social Twitter.
Brasilia también es consciente de que la bloguera intentará posiblemente llamar la atención internacional aprovechando la visita. "Yo si estuviera en su situación haría lo mismo", señaló el asesor de la presidencia de Brasil Marco Aurélio García.
Al mismo tiempo, García subrayó que el hecho de que Sánchez haya recibido un visado no implica un cambio en la política brasileña respecto a Cuba. La bloguera quiere participar en Brasil en la presentación del documental sobre los derechos humanos "Conexión Cuba-Honduras", del cineasta Dado Galvao, en el que es entrevistada.
Brasilia tiene buenas relaciones con La Habana, y el ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva solía mostrar su cercanía con el histórico líder cubano Fidel Castro. Lula también impulsó una campaña para poner fin al embargo estadounidense contra la isla, una iniciativa olvidada desde que el ex sindicalista dejó el poder.
Las esperanzas de Sánchez de que Rousseff se atreva a abordar el asunto de los derechos humanos en la isla no son del todo infundadas. La concesión del visado a la bloguera ha sido vista como un gesto del gobierno de Rousseff por algunos observadores. Y la Presidenta ha mostrado hasta ahora bastante autonomía en asuntos de política exterior respecto a las posiciones de Lula.
IRAN
Las relaciones con Irán, por ejemplo, se han enfriado desde que Rousseff asumió la presidencia. El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, no visitó en su reciente gira latinoamericana Brasilia, donde sí estuvo en la época de Lula.
Uno de los principales asesores de Ahmadineyad acusó hace poco a la Presidenta asimismo de "destruir años de buenas relaciones" entre Teherán y Brasilia. Rousseff ha criticado entre otros la opresión de las mujeres en el país persa.
Brasil, sin embargo, ha subrayado que la mandataria evitará abordar públicamente asuntos vinculados a los derechos humanos en Cuba, un tema por el que el régimen de La Habana es criticado a menudo a nivel internacional.
La visita "buscará profundizar el creciente diálogo y la cooperación bilateral, con énfasis en la agenda económica", señaló la cancillería brasileña. Entre otros proyectos, Brasil participa en la ampliación del puerto cubano de Mariel, con una inversión de unos 683 millones de dólares.
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