EE.UU. teme por destino de otro periodista secuestrado por los yihadistas

Steven Sotloff fue secuestrado en agosto del año pasado cerca de Alepo, en Siria. Washington lanzó este año una operación de rescate, pero fracasó al no encontrar a los secuestrados.




Cuando el Estado Islámico (EI) difundió el video en el que mostraba la decapitación del periodista estadounidense James Foley a manos de un yihadista, advirtió que otro profesional -que aparecía al final de las imágenes- también sería asesinado si el Presidente Barack Obama no suspendía sus operaciones militares en el norte de Irak. Se trata de Steven Sotloff, periodista de Miami, quien fue secuestrado el 4 de agosto del año pasado, según señaló su cuñado en un mensaje escrito en Facebook.

Pese a la advertencia del EI, el Ejército norteamericano llevó a cabo ayer seis nuevos bombardeos sobre posiciones del grupo yihadista cerca de la represa de Mosul, en el norte de Irak, como parte de sus operaciones de apoyo a las fuerzas iraquíes y kurdas. El general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto, dijo ayer que el EI puede ser detenido y eventualmente derrotado si se lo persigue en Irak, pero también en Siria.

Según distintos reportes de prensa, Sotloff -que ha escrito para la revista Time, el periódico Christian Science Monitor y la revista Foreign Policy, entre otros medios- desapareció cuando se encontraba cerca de Alepo y estaría en cautiverio en Raqqa, aunque se desconoce si ya ha sido asesinado. Como periodista freelance, Sotloff reporteó los conflictos en Egipto, Siria y Libia, país donde residía, según señaló la editora de Medio Oriente de la revista Newsweek, Janine di Giovanni, en una columna, en la que lo describió como "joven, divertido e irreverente". De acuerdo con la BBC, la familia de Sotloff no había confirmado antes su secuestro ya que se les sugirió que así podrían mantenerle a salvo por más tiempo.

Ante las continuas críticas de que Washington no ha hecho lo suficiente, funcionarios norteamericanos dijeron ayer a CNN que el Ejército estadounidense intentó rescatar a Foley y a Sotloff, además de otros rehenes norteamericanos, durante una misión secreta en Siria. El operativo, que fue autorizado por Obama, se realizó a mediados de año, sin que se especificara la fecha exacta. Los funcionarios dijeron que unidades de elite, como Delta Force y Navy Seals, entraron en la zona objetivo en Siria y se enfrentaron con miembros del Estado Islámico.

El incidente, en el que murieron varios extremistas, parecía ser el primer enfrentamiento directo en terreno entre Estados Unidos y el EI. Lisa Monaco, principal asesora antiterrorista de Obama, dijo en un comunicado que el mandatario autorizó la misión porque su equipo de seguridad estimó que los rehenes estaban en peligro con cada día que pasaba, y no tuvo éxito porque los rehenes no se encontraban en el lugar.

Por otra parte, se reveló que antes de que Foley fuera asesinado, sus captores pidieron US$ 132 millones de rescate. Según el diario The New York Times, el secuestro de personas se ha convertido en la principal fuente de ingresos para Al Qaeda y sus filiales. Sin embargo, Estados Unidos y Reino Unido tienen como política no pagar esas demandas, a diferencia de otros países europeos.

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