El carnaval que paralizó Arica

A las 22.20 del domingo, la Caporal Orígenes San Andrés partió su tercera y última presentación. Doscientos bailarines vestidos de blanco, con bordados hechos a pedido y con cascabeles en sus botas, comenzaron su paso por las calles de Arica. Dos horas después, y luego de haber recorrido dos kilómetros, terminan su paso frente a los jueces y autoridades regionales.

Acompañados de dos bandas de Oruro, la primera presentación que tuvieron fue la madrugada del sábado, a las 02.00 horas. Luego, bailaron 15 horas más tarde y, el domingo por la noche, hicieron la misma presentación con la que se coronaron triunfadores de la décimo tercera versión del Carnaval con la Fuerza del Sol.

John Uribe (15), uno de los jóvenes que lideraba las columnas de la caporal, cuenta que "fue un año de sacrificio, los últimos meses entrenábamos desde las seis de la tarde hasta las 12 de la noche, pero todo esfuerzo tiene su recompensa y su premio".

Junto a San Andrés, hubo otras 10 comparsas que fueron premiadas en el carnaval organizado por la Municipalidad de Arica y, en total, fueron más de siete mil los bailarines y tres mil músicos que durante tres días presentaron las principales danzas de los pueblos altiplánicos.

El alcalde Salvador Urrutia comenta que "los bailarines han dado todo lo que tenían para demostrar su amor a la tradición, al arte y a la belleza". Añade que en las cerca de 16 horas de desfiles que se realizaban cada día en que duró el carnaval, hubo entre 33 mil y 35 mil personas que vieron los danzas de las 60 compañías.

Esta estimación se condice a lo ocurrido otros años. En esta ocasión, familias completas se agolparon en las calles para ver las presentaciones e incluso, debido a las curvas que tenía el recorrido, muchas se atravesaban en medio de las presentaciones para ver mejor.

Sergio Draguicevic, director regional del Sernatur, señala que "el carnaval congrega mucha gente (…) y me parece que es un excelente evento que el municipio ha ido organizando y que ha ido creciendo en volumen y en calidad.".

Agrega que hay que darle "un enfoque más turístico que el que tiene, preocupándonos, por ejemplo, de tener un espacio VIP donde turistas paguen US$ 100, por ejemplo, y puedan ir a ver el carnaval, y tengan asiento asegurado, con café y galletas, porque en términos culturales es muy potente".

Laura Pizarro, presidenta del jurado, coincide en el último punto e indica que la ceremonia es "una experiencia extraordinaria, pues a través de éste, que es la fiesta del rito y del encuentro, se ha logrado revitalizar la cultura del encuentro y un reconocimiento más específico a sus creencias y cosmovisión".