El complicado escenario de Cameron para conseguir la reelección en R. Unido

Según los sondeos, ningún partido tendrá una mayoría para gobernar. Tanto los "tory" como los laboristas tienen cerca de 34% de apoyo.




Un gobierno de coalición o "arcoiris", es decir, conformado por tres o más partidos, pareciera ser el futuro más probable para Reino Unido. Porque cuando faltan cuatro días para que se lleven a cabo las elecciones generales, los sondeos anticipan unos resultados más que reñidos, donde ni los laboristas ni los conservadores lograrían conseguir la mayoría de 326 escaños en el Parlamento que les permita quedarse con el poder. Así, las encuestas de intención de voto otorgan un empate entre estas dos principales colectividades en torno al 34% de apoyo. El primer ministro conservador, David Cameron, tiene la pista muy complicada para conseguir la reelección que le permitiría gobernar hasta 2020. De perder, será la primera vez desde 1979, el año en que Margaret Thatcher logró el poder, en que un premier deja el 10 de Downing Street luego de un solo período. A continuación los problemas que debe sortear Cameron.

Economía

El líder británico que hizo de la recuperación económica conquistada tras la recesión de 2008-2009 un punto de fuerza de su programa electoral para permanecer en el poder, sufrió un durísimo revés el martes, cuando se conoció que el PIB se frenó bruscamente al 0,3% en el primer trimestre del año, la mitad respecto a los tres meses anteriores. Cameron trató de revertir la mala noticia al decir que la "economía estaba creciendo, a una tasa que muchos países europeos darían sus ojos y dientes por tenerla". Por su parte, el parlamentario y responsable de Hacienda en el Partido Laborista, Ed Balls, señaló que "mientras los conservadores habían pasado meses golpeándose la espalda, las cifras mostraban que no habían solucionado la economía de las familias trabajadoras".

Escocia

En las redes sociales está rondando hace días un meme que muestra, por un lado, a Cameron agarrado de las piernas de un gaitero escocés rogándole que no se vaya y, por el otro, suplicándole al mismo gaitero que no llegue. El chiste refleja el complicado panorama que presenta esta región, ya que hace menos de cinco meses, el premier hizo todo lo que estuvo a su alcance para que Escocia no se independizara de Reino Unido, cuando se realizó el referendo el 18 de septiembre. Pero ahora el panorama ha cambiado, porque esta consulta fortaleció al Partido Nacionalista Escocés (SNP) y, gracias a su carismática líder Nicola Sturgeon, los sondeos vaticinan que incluso podrían ganar los 59 escaños que tienen en el Parlamento y que tradicionalmente eran obtenidos por los laboristas. Sin embargo, ante un panorama incierto, en el que se espera un Parlamento sin una mayoría, una coalición entre el laborismo y el SNP parece un escenario muy posible. Así, en una entrevista con el diario The Times, el premier dijo: "Me quedan días para salvar la Unión". Señaló que era imperativo para los conservadores ganar la mayoría en el Parlamento, porque era la diferencia entre el éxito y el fracaso. Asimismo defendió las declaraciones de su ministra de Interior, Theresa May, que señaló que la influencia nacionalista en los laboristas podría causar la mayor crisis desde la abdicación del rey Eduardo VIII en 1936.

Liberales Demócratas

Sus socios de coalición son el  otro gran dolor de cabeza que tiene Cameron. Esto porque el vicepremier Nick Clegg ya puso las condiciones para que su partido participe en un futuro gobierno, tanto conservador como laborista. A su juicio, la única forma de tener unido al país es votar por ellos. "Haremos menos recortes que los conservadores. Y pediremos menos (fondos públicos) que los laboristas. Le daremos un corazón a un gobierno conservador y le daremos un cerebro al Partido Laborista", dijo el lunes pasado.

Según el diario The Guardian, unirse al gobierno de coalición con los Tory en 2010 fue un "desastre para los Liberales Demócratas", ya que su apoyo ha caído drásticamente, y en un escenario muy optimista se espera que retengan sólo la mitad de los escaños que consiguieron hace cinco años. Así, los conservadores y Liberales Demócratas no tendrían los suficientes escaños para formar nuevamente un gobierno de coalición.

Liderazgo en el partido

Cameron ha dicho que no será el líder conservador para un tercer mandato. Así que la búsqueda para su reemplazo ya se puso en marcha. Según The Daily Telegraph, sería el alcalde de Londres, Boris Johnson, el que podría ser coronado, en el caso de que Cameron no consiga la mayoría. El diario señala que importantes miembros Tory han comenzado a discutir este tema de forma discreta, para que ocurra un cambio de liderazgo el próximo mes, teniendo en cuenta que la posibilidad de que no se consiga una mayoría.

El Factor Ukip

Cameron ha debido hacer frente en esta campaña a un factor nuevo: el fuerte avance de los nacionalistas del Partido de la Independencia de Reino Unido (Ukip, según su sigla en inglés).

En las elecciones de 2010, este partido apenas logró un 3% de los votos y no alteró seriamente el tablero de la política británica. Sin embargo, ahora las encuestas anticipan una votación de entre 10% y 13% lo que lo ubicaría como la tercera fuerza del país. Un avance que se ha apoyado en su discurso euroescéptico y antiinmigración y que ha ido de la mano de una erosión del voto conservador. Incluso, la semana pasada, un candidato conservador de Yorkshire anunció que dejaba el partido para unirse al Ukip.

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