El consejo de Vargas y Maestri a los argentinos de la "U": "Para silenciar las críticas hay que jugar bien"

Juan Ignacio Sills, defensa de Universidad de Chile, reclamó ayer públicamente por sentir que en los momentos malos del equipo "siempre se la agarran con los nuevos y los extranjeros". La frase es un reflejo del sentir especialmente de los argentinos de la "U", que incluso se reunieron entre ellos para conversar este punto. Sergio Vargas y Flavio Maestri, dos foráneos que triunfaron en el cuadro azul, recuerdan su experiencia y les dan algunos consejos.

"Superman" Vargas primero plantea que "cuando viene un extranjero es porque supuestamente tiene mayor nivel que un jugador del medio local. Y digo supuestamente porque no todos contratan de esa forma. Algunos sólo porque sale más barato o porque son argentino y uruguayos y tiene un carácter distinto".

Pero respecto de la exigencia, Vargas (nacionalizado chileno) dice "que siempre están en los equipos grandes y chicos, la diferencia es la cantidad de gente. En los clubes grandes es mayor, pero no por se extranjero, aunque se examina más su nivel".

El ex arquero agrega que "hay una etapa de adaptación, que algunos superan más rápido que otros. Y algunos extranjeros llegan a ser buenos, muy buenos y cracks. Pero depende del nivel, porque también están los que son malos y muy malos. Cada uno se gana su espacio".

Vargas cree que "Sills es un buen jugador que tiene demostrar que lo es o que es excelente. No tiene que bajar los brazos. Para dar vueltas las opiniones, para silenciar las críticas, hay que romperse el alma, concentrarse, entrenar y jugar bien".

El peruano Flavio Maestri también apunta a que el rendimiento es el principal argumento para evitar cuestionamientos. "Por mi experiencia personal puedo decir que no me pusieron problemas ni presiones... A mí me ha pasado y he sentido presión cuando las cosas no salen, pero en la "U" nunca tuve problemas y partí bien porque hice goles y ganamos".

El ex delantero si reconoció que "también es indudable que a los jugadores que llegan a un país los miran de reojo porque vienen a marcar diferencias... No vale si rindes lo mismo que los nacionales".