El dilema DC: identidad versus coexistencia
Las diferencias se venían arrastrando desde la tramitación del plan tributario, pero eclosionaron con la votación de uno de los simbólicos proyectos de la reforma educacional: el fin al lucro. ¿Cómo lo hace la DC para convivir dentro en un bloque con partidos de izquierda?
Basta hacer un detenido recuento de las arengas utilizadas por el presidente de la DC, Ignacio Walker, como preludio al momento de abordar el ethos de su colectividad -"nuestro sello", "nuestro matiz", "en la DC no hay dos opiniones"-, para verificar el ánimo de defender a ultranza la identidad de la Falange al interior de la Nueva Mayoría, coalición con seis partidos restantes de centro izquierda. O derechamente de izquierda.
Las advertencias del timonel no son antojadizas. En la tramitación de las reformas del programa de gobierno, las diferencias ideológicas y culturales inevitablemente han resurgido al interior del bloque. El ejemplo más reciente fue la votación del proyecto educacional -fin a la selección, copago y lucro- en la Cámara Baja y sus incandescentes consecuencias. En la DC terminaron acusando "maltrato" y convocando de forma extraordinaria a un consejo nacional este lunes para analizar la relación con el resto del oficialismo.
El desafío es mayúsculo. Mantener la convivencia frente al PC, PS, MAS, PPD, IC, PR y no dejar de ser lo que han sido. Defender reformas estructurales, sin caer en el impulso refundacional. Llevar adelante el programa, evitando la amenazante "retroexcavadora".
¿Cómo hacerlo? La Tercera contacto a diversos dirigentes democratacristianos bajo la siguiente pregunta: ¿Cómo la DC resguarda su identidad sin tensionar a un bloque de izquierda como la Nueva Mayoría? Estas fueron sus respuestas.
CUIDAR LAS FORMAS
El presidente de la DC, Ignacio Walker, exhorta a cuidar el lenguaje en el debate público: "Hay diferencias en la Nueva Mayoría, por cierto que sí ¿Pero cuál es el arte de la política? El procesar esas diferencias. Ese es el desafío ¿Cómo se logra? Sobre la base del respeto mutuo, eliminando aquellas licencias verbales, no dándose gustos que tiendan a la descalificación y a la ofensa".
El senador DC, Andrés Zaldívar, agrega una línea similar. "Cuando se emita un juicio, que sea sin agresividad", dice. "No tiene por qué tensionarse cuando uno mantiene su identidad. Hay que trabajar en lo que estamos de acuerdo, respetar nuestras diferencias y no descalificar el hecho de expresar nuestras ideas".
PROGRAMA Y GRADUALIDAD
El senador DC, Jorge Pizarro, sostiene que es el programa la hoja de ruta unificadora.
"Hay que privilegiar la unidad y lo que nos une es el programa de gobierno y el ayudar a gobernar bien a la Presidenta Bachelet".
El ex secretario nacional del partido, Moisés Valenzuela, coincide, en tanto, señalando que "la DC tiene que apoyar las políticas consensuadas del gobierno". Pero, al mismo tiempo alerta: "La DC debe tener un planteamiento que trascienda al gobierno y la coalición. Los partidos tienen más futuro que las propias coaliciones".
La ex ministra de Educación, Mariana Aylwin, apunta al ritmo de las transformaciones. "La DC debe representar, dentro de la Nueva Mayoría, al mundo de centro progresista, desde su identidad. A mi juicio, hay algunas características de esto; reformas graduales, pueden ser estructurales, pero al mismo tiempo graduales, y no refundacionales ni rupturistas", dice.
"Lo segundo, sin renegar lo que hemos hecho durante la Concertación, porque no somos creíbles si no nos asumimos desde lo que hemos hecho. Porque para ser un partido más de izquierda dentro de la Nueva Mayoría, ya hay suficiente", agrega Aylwin, una de las figuras más críticas de la reforma educacional del gobierno desde el propio oficialismo.
LA HISTORIA
Patricio Zapata, asesor del área de Constitución durante la campaña presidencial de Michelle Bachelet, echa mano a algunos ejemplos de convivencia del pasado y presente. "En los Frentes Populares conviveron muchos partidos de centro e izquierda, las experiencias de las coaliciones están a la vista. Actualmente, la DC alemana tiene una coalición con el partido socialdemócrata, históricamente rivales", asevera.
"La tensión que puede provocar la existencia de distintas visiones, es un activo. Naturalmente, lograr este equilibro es muy difícil, pero allí estuvo la fortaleza que permitió gobernar por veinte años a la Concertación", sostiene el vicepresidente del partido, Sergio Espejo.
IDEAS PROPIAS
El primer vicepresidente de la DC, Fuad Chahín, cree que el partido puede aportar con ideas que no han sido los llamados "ejes programáticos".
"El emprendimiento privado es muy importante y, por lo tanto, en un momento de contracción económica, el aporte de la DC de fomentar las PYMES y generar empleo y desarrollo, es muy significativo. Otro aspecto que podemos aportar es la seguridad ciudadana desde una visión comunitaria. Este tema no es patrimonio de la derecha. Son dos ideas de fondo en los que la DC tiene algo que decir", sugiere el diputado.
"Debemos dejar de ser el vagón de cola de la Nueva Mayoría y dejar de echarle la culpa al empedrado por no tener perfilamento propio", remata el diputado Gabriel Silber, uno de los representantes de la disidencia a la actual mesa directiva falangista.
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