El entrenador de oficinistas

Hace un mes, Francisco Méndez (29 años) regresó al trabajo, en la planta CMPC de Los Ángeles, del holding Forestal Mininco. Allí es preparador físico de oficinistas, contratistas e ingenieros forestales y todos lo felicitaron. Le aplaudieron. En la ciudad del Biobío, su rostro es reconocido. Lo vieron en los noticieros, leyeron sobre él en diarios pues fue el mejor chileno en el Maratón de Santiago (MDS).

Ser el primero es una condición que de a poco se hizo habitual en el fondista de medio tiempo. Ya el año pasado se transformó en el mejor nacional -y tercero del mundo- de la popular carrera Wing For Life (WFL), en la que un auto es la meta y finaliza cuando éste te alcanza. En el MDS, corrió los 42 kilómetros en 2h25'06"; en la WFL, alcanzó a correr 75.4 kilómetros en casi cinco horas.

Desde hace 12 años que Méndez no para de correr. "Mi día se resume en entrenar, trabajar y estar con mi familia, básicamente", explica. Está casado y tiene una hija de dos años. Es el sustento de la casa y para ganarse la vida, además del trabajo, selecciona carreras específicas para llevarse el botín.

Ése es su ingreso extra, pero el que más disfruta.

Y este año no ha dejado de de dar zancadas. "Corrí en el Maratón de Temuco, pero no pude terminar por una lesión en el gemelo", explica. Luego se recuperó como pudo y se desafió en Santiago. En una semana más lo hará en Milán, donde se medirá con el italiano Giorgio Calcaterra, vigente campeón de la prueba, y así conseguir una hazaña que por poco obtuvo en 2016.

"Este año ha sido muy bueno. Gracias a mi logro en Santiago, en el trabajo me dieron más facilidades para entrenar", explica desde Los Ángeles. Aún no se ha recuperado de esos 42 kilómetros, pero confía en que el 7 de mayo pueda sumar una nueva estrella a su palmarés.

"Quiero alcanzar a correr 85 kilómetros, Ésa es mi meta", asegura convencido.