El joven que se coló en cerca de 50 festivales de música

Marcus Haney accedió y filmó algunos de los festivales de música más prestigiosos del mundo. Ahora ha recogido sus aventuras en un documental titulado "No Cameras Allowed".




Cuando hace cuatro años el joven estadounidense Marcus Haney se coló de madrugada junto a un amigo en el festival de Coachella, en California, no podía imaginar que sería el inicio de un periplo que le llevaría a entrar si pagar en cerca de 50 festivales de música.

Ahora Haney ha recogido sus aventuras en un documental titulado "No Cameras Allowed" (No se permiten cámaras), en el que demuestra cómo, con ingenio, muchas agallas y algún que otro método ilegal, uno puede llegar a codearse entre bastidores con algunas de las estrellas de la música más importantes del momento.

Además de Coachella, Haney pudo captar con su cámara lo que ocurría entre bambalinas en festivales de gran prestigio como Glastonbury, Bonnaro, Ultra Music, Austin City Limits o incluso los propios premios Grammy.

Para infiltrarse en los recintos en los que se llevaban a cabo estos eventos, el joven de 26 años falsificó pulseras y acreditaciones, saltó vallas, se escondió en lavabos portátiles y se hizo pasar ante los equipos de seguridad por periodista, fotógrafo e incluso artista.

En más de una ocasión fue descubierto y pese a los malos ratos que tuvo que pasar -como cuando los responsables de un festival lo dejaron tirado sin auto en medio de la nada- la experiencia, asegura, valió la pena.

No todos los días uno puede compartir escenario junto a artistas de la talla de Beyoncé, Jay Z, Mumford & Sons, DJ Tiësto, Alicia Keys, Muse, Phoenix o Coldplay.

Coachella, el inicio

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"Todo empezó en Coachella 2010. Nunca había estado en el festival y me moría de ganas de ir", cuenta Marcus Haney en conversación con BBC Mundo desde su casa de Los Ángeles.

"El cartel de artistas era increíble y muchos de mis amigos tenían planeado ir, incluida una chica que me gustaba. Yo no tenía dinero para la entrada. Incluso nos tuvieron que dejar dinero para pagar la gasolina para llegar al lugar donde se celebraba el festival", relata el joven.

"La noche previa a la apertura, mi amigo y yo, vestidos de negro, saltamos una de las vallas del festival y pasamos varias horas escondidos debajo de unos camiones en la parte trasera de uno de los escenarios", cuenta Haney, quien en esa época estaba estudiando cine en la Universidad del Sur de California (USC, por sus siglas en inglés).

En esa ocasión las imágenes del rapero Jay Z que tomó con su cámara llamaron la atención de los responsables del festival de Bonnaroo, en Tennessee, quienes a cambio de poder utilizar las fotografías con fines promocionales, le regalaron unas entradas para el evento.

Esta vez Haney tampoco quiso ser un espectador más del festival y, pese a carecer de la acreditación de prensa, volvió a colarse entre bambalinas, captando la experiencia en un cortometraje titulado "Connaroo: How Broke Kids Do Bonnaroo" ("Connaroo: cómo los chicos sin dinero hacen Bonnaroo").

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De gira con Mumford and Sons

Haney hizo llegar ese corto documental a los managers de la aclamada banda británica Mumford and Sons, quienes acabaron invitándolo para que retratara con su cámara la gira que el grupo realizó en tren en 2011 por seis ciudades del suroeste de EE.UU.

En ese momento Haney se vio en la disyuntiva de acabar sus estudios de cine en la USC o salir de gira con Mumford and Sons. Pese a dar un pequeño disgusto a sus padres, se decantó por la segunda opción. Y lo demás ya es historia.

Tras cuatro años de aventuras, Haney decidió empezar a editar el material que había conseguido y montó un pequeño tráiler para tratar de encontrar un productor que estuviera interesado en su documental.

La idea llamó la atención de directores como Spike Jonze o Judd Apatow, con los que llegó a reunirse en varias ocasiones. Finalmente se decantó por la productora Fake Empire Productions, mientras que la cadena MTV se sumó al proyecto como distribuidora.

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"Al principio no pensaba para nada hacer un documental. Lo que quería era compartir mis experiencias con mis amigos", explica Haney.

"Nunca sabía cómo iban a acabar mis intentos para entrar en los festivales. Cada uno presentaba sus desafíos y en los últimos años la tecnología que utilizan los equipos de seguridad ha ido mejorando", relata el joven californiano.

Haney asegura que "es muy extraño" que ahora la prensa le esté prestando atención a él y dice que lo que realmente quiere es que el público vea su documental.

De momento "No Cameras Allowed" será estrenado dentro de unos días por la cadena MTV y también será mostrado en proyecciones en diferentes ciudades de EE.UU. que serán amenizadas con conciertos de bandas en directo.

¿Y qué le depara el futuro a Marcus Haney? El joven tan sólo adelanta que está trabajando en dos documentales y que piensa seguir dedicándose a la fotografía y a filmar videos musicales. Algunos medios en EE.UU. ya le deparan un prometedor futuro como director.

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