El quiebre que tiene a Gustavo Benítez a un paso de la renuncia de Colo Colo

La crisis por la que atraviesan los albos, que ha provocado peleas entre varios jugadores, tiene complicado al técnico, que cada vez tiene menos fuerza en el plantel.




Estadio Monumental. Camarín de Colo Colo. Los albos acaban de perder 2-0 ante Unión Española, agravando la crisis deportiva e institucional por la que atraviesa el club. Los hinchas continúan pifiando en las tribunas y cantando contra Blanco y Negro. El ambiente está muy tenso y, al igual que el cuerpo técnico, la mayoría de los jugadores del "Cacique" está en silencio. Menos el defensa Sebastián Toro, que comienza a increpar fuertemente al delantero Javier Toledo. El argentino, que se ha caracterizado por su bajo perfil, en un principio no reacciona. Sin embargo, las críticas del zaguero se transforman en insultos y el transandino intenta defenderse. Ambos se encaran y se gritan, pero el formado en Pedreros se descontrola y lo agrede con un puñetazo. En ese momento, Emiliano Vecchio y Lucas Domínguez se interponen y separan la pelea.

El quiebre interno en el camarín tiene a un paso de renunciar a Gustavo Benítez. El entrenador paraguayo siente que la situación se le escapó de las manos, ya que desde la eliminación con Deportivo Pasto y la negativa del plantel a seguir concentrado hasta el duelo con los hispanos, el clima ha ido de mal en peor.

Ni siquiera con el sorpresivo asado que organizó el sábado pasado, 24 horas antes del compromiso con los de Santa Laura, logró descomprimir la delicada interna del elenco popular. De hecho, algunos miembros del equipo tenían pensado almorzar con sus familias ese día para luego concentrarse por la tarde, por lo que la inédita medida dispuesta por el DT no fue celebrada.

Además, en la ocasión se produjo un enfrentamiento verbal en el que nuevamente se vio involucrado Toro. Esta vez el ex defensa de Deportes Iquique se enfrascó en una polémica con Emilio Hernández, quien ha tenido casi nula participación, tanto en el primer semestre como en los campeonatos en curso.

Tampoco fue bien recibida por la cúpula de la sociedad anónima que llegó hasta el Monumental. El presidente Arturo Salah y el vicepresidente Aníbal Mosa no se explicaban una comida de ese tipo un día antes de un cotejo tan importante, en el que la presión externa era enorme, ni menos justificaron la presencia de alcohol. "Había vino para el que quisiera", confiesa un futbolista albo.

Por lo demás, en la cancha los jugadores no le responden, ya que, entre otras razones, no están entendiendo su idea de juego. Además, la poca comunicación de la que se han quejado sus dirigidos es un factor en contra, más en un momento como este.

El domingo, por ejemplo, el defensa Christian Vilches pidió el cambio en el entretiempo, justo después de protagonizar una paupérrima primera mitad y de trenzarse en una álgida discusión con Vecchio. El defensa no aguantó más. Con lágrimas y sufriendo una crisis de pánico, le solicitó al adiestrador que lo sacara. El ex central de Audax Italiano no soportó las pifias de los más de 11 mil espectadores que llegaron al recinto de Pedreros y tampoco el entrevero con el "Gordo". Por lo mismo, Benítez se vio en la obligación de reemplazarlo, pues no se encontraba en condiciones de seguir jugando.

El técnico "guaraní" siente que el problema se le escapó de las manos y ya le habría hecho saber al directorio de la sociedad anónima que no pondrá objeciones si estiman que es necesaria su salida para que la crisis se solucione, tal como lo aseguró cuando arribó a Chile, luego de ser oficializado como técnico albo.

"Esa es la parte negativa para cualquier entrenador si el equipo no funciona bien. Si no anda, uno tiene que dar un paso al costado, eso es innegable. Esa es la presión, y más aún en Colo Colo, que no tiene tiempo de espera, sino que tiene que ganar campeonatos", admitió el domingo 2 de junio del presente.

Lo cierto es que el respaldo al paraguayo es total. En ByN confían plenamente en él, más allá de los errores que ha cometido en los poco más de tres meses que suma en el cargo. Este apoyo irrestricto es, por ahora, lo único que sostiene a Benítez en su puesto. Eso sí, de no mejorar la situación, no habrá respaldo que impida que el DT tome sus cosas y renuncie.

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