El sueño chileno es la amenaza
En la Roja ya está en marcha un plan para evitar el jet lag en China. Hay 11 horas de diferencia entre un país y otro. El descanso y la hidratación serán vitales.
De que en China viven en el futuro no es sólo una metáfora. En el gigante asiático, literalmente, están 11 horas más adelantados que en suelo chileno. El huso horario (GMT+8) será el principal problema que afectará a la Roja en la China Cup, donde Juan Antonio Pizzi y sus dirigidos deberán superar la barrera fisiológica y el cambio en el horario de descanso que generará el viaje.
En todo caso, en la Selección ya está en marcha el plan para evitar el golpe de estrés que generarán las casi 35 horas de viaje, además de la escala en Nueva York.
Los cinco días de aclimatación que tendrá la Roja para enfrentar el transversal jet lag sí o sí afectará en el rendimiento. Pases incorrectos, errores en la toma de decisiones en cancha, falta de concentración, irritabilidad e incluso malestares musculares y fisiológicos, serán los riesgos de los que más deberán cuidarse en el torneo chino.
A horas de iniciar el traslado, que se realizará en dos grupos (uno viaja hoy y el otro mañana), en Pinto Durán miran atentamente este problema.
Fernando Yáñez, médico jefe de la Selección, explica que "las medidas son las recomendaciones de consenso al respecto". Así, explica que "se privilegiará el fraccionamiento del viaje con escalas, descanso y actividad física liviana; idealmente, vuelos en horario nocturno; alimentación liviana e hidratación óptima; uso de fármacos para regular horarios de sueño y ajustar actividades y horario según lugar de destino".
Estando ya en Nanjing, donde se realizará la China Cup, el cuerpo médico deberá reacomodar el sueño de los jugadores aplazando el descanso. Por esa razón, las prácticas, aseguran los especialistas, tendrán que reducir considerablemente la exigencia física.
Luis Vergara, deportólogo de la Red Christus UC, asegura que los cinco días previos al duelo ante Croacia "no es el tiempo suficiente como para habituarse a un nuevo horario, sobre todo como el que hay en China".
Es por ello que ese partido (miércoles 11, 8.35 horas de Chile) será doblemente difícil para Pizzi y compañía. Valenzuela explica que "más de alguno sufrirá alguna alteración en el organismo. La secreción de cortisol (hormona que se produce mayoritariamente minutos antes de despertar y prepara al cuerpo para el estrés de un partido); la hormona del crecimiento, que sintetiza las proteínas que se ocupan en el sueño, y la melatonina (necesaria para activar los neurotransmisores) se verán muy disminuidos".
El largo viaje es también otro factor a cuidar. "El reposo prolongado que se tiene en el avión repercutirá en el riesgo de lesión", añade el profesional, que sostiene que para evitarlo se deberá mejorar en la ingesta de líquidos.
De las cuatro selecciones, la de Chile es la que más sufrirá por el cambio horario. El problema se atacará con el tiempo justo. Pizzi confía en que el jet lag no afecte el sueño de sumar una nueva copa al palmarés nacional.
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