Emiliano Soto: "No sé si con la gratuidad y fin de la selección se logrará calidad en la educación"
En el día nacional que celebran estas agrupaciones religiosas, el obispo pentecostal subraya el interés de su comunidad en el trabajo del Mineduc. Dentro de la agenda valórica, también detalla su postura frente a temas como el aborto y el matrimonio homosexual.
La Reforma Educacional ha tenido muchas contingencias y avatares; es difícil transitar de lo semiprivado a lo púbico. Existen más de 250 colegios evangélicos en Chile y por eso nosotros le hemos presentado nuestra propuesta al Mineduc", dice Emiliano Soto Valenz, obispo de la Iglesia Pentecostal Reformada y presidente de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas (UNE).
¿Y los han escuchado?
Sí, nos recibió el ministro Eyzaguirre y la Cámara de Diputados.
Soto encabeza una agrupación integrada por más de 1.500 iglesias protestantes, equivalentes, según reconoce él mismo, a cerca del 60% de las existentes en el país. Por lo mismo, en el marco de la celebración de hoy, en la cual se conmemora el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes de Chile (a las 12 horas se efectuará un acto en el centro de Santiago), argumenta que siguen muy atentos a la Reforma Educacional.
"Ha costado avanzar porque hay ciertos sectores que tienen muchos conceptos preconcebidos. Además, no sé si con la gratuidad y el fin de la selección y del lucro, que son elementos muy importantes y totalmente necesarios, se logrará la calidad en la educación que el país requiere".
¿A ustedes, como evangélicos, los complica el tema de la selección?
Al igual que la Iglesia Católica, creemos que los padres deben suscribir y aceptar el proyecto educativo del colegio. Sin embargo, también tenemos un nivel de inclusión muy alto, ya que en nuestros establecimientos siempre ha habido mucha gente que no es evangélica. Recibimos a diferentes realidades religiosas, pero entendemos la preocupación de los católicos.
¿También tiene aprensiones respecto de que los sostenedores deban ser dueños de los colegios?
De todas maneras. Es un punto preocupante y que sigue latente. Sé que muchos de nuestros sostenedores están hablando con fundaciones y analizando qué se puede hacer frente a este escenario.
¿Cómo ve al Chile de hoy?
En un proceso de cambios radicales y estructurales.
Y ustedes, las iglesias evangélicas, ¿van dentro de esos cambios?
Es que nuestro mensaje es muy claro: Jesucristo es el señor de Chile. No podemos disociar nuestra condición religiosa y el discurso que llevamos dentro. Tal vez a algunas personas no les acomode, pero estimamos que en Chile hay cerca de 3 millones 200 mil evangélicos. Y somos partidarios de los principios bíblicos, en los cuales, por ejempo, está el valor del matrimonio y que éste sea entre un hombre y una mujer.
Usted lo plantea en referencia a la iniciativa legislativa para el Acuerdo de Vida en Pareja (AVP) y las relaciones homosexuales...
Sí, hemos hecho nuestras presentaciones en la Cámara. No significa que haya que discriminar, es válido que todos tengamos inclusión dentro de la sociedad, pero a veces, la dinámica de los legisladores apunta más a situaciones puntuales que a lo que quiere o piensa la mayoría del país. Para mí, el matrimonio entre un hombre y una mujer es un imperativo ético. Desgraciadamente, se ha ido empobreciendo su valor al compararlo con otro tipo de relaciones.
Pero usted, como iglesia, ¿respeta la diversidad sexual?
Totalmente. Creemos en la tolerancia, por ejemplo si dos personas del mismo sexo quieren vivir juntas. Pero nosotros seguiremos bendiciendo los matrimonios entre hombres y mujeres. No cambiamos nuestros principios.
¿Cuál es su postura sobre la posible despenalización del aborto para situaciones específicas: inviabilidad del feto, peligro para la vida de la madre y violaciones?
Nosotros, desde la concepción, no tenemos el derecho de quitarle la vida a nadie. La Biblia nos envía a proteger la vida hasta la muerte, y esta iniciativa va en contra de eso. No la aprobamos.
Pero, ¿ve una apertura del mundo evangélico a examinar algunas de las tres situaciones?
La única posibilidad que he visto es que algunos evangélicos se puedan abrir en el caso de peligro de muerte de la madre. Habría cierta apertura a entender y comprender eso. Sin embargo, lo principal, para nosotros, es la forma como integramos y desarrollamos nuestra fe en una sociedad tan diversa y pluralista. Este tema no es el único.
¿Está disconforme con lo que promueve el gobierno?
No. Conocíamos su programa y sabíamos que venían diferencias con nuestros principios en temas valóricos. También creemos que a los evangélicos nos ha faltado interpretar bien la llegada de nuestro mensaje a la comunidad, porque Jesús no discriminó a nadie. Él ama al pecador y a las personas equivocadas, pero aborrece el pecado. Algunos han entendido más el evangelio de la condena que el de la gracia del amor y del perdón.
¿Ha sido motivo de análisis aquella ordenanza municipal de Santiago que prohíbe usar amplificadores en la Plaza de Armas, y que algunas agrupaciones evangélicas usan para predicar?
Entendemos que en Chile hay libertad de culto. Si nuestros hermamanos predican con los decibeles adecuados, dentro de la ley, están en su absoluto derecho.
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