Emilio Rentería no encontró la reconciliación con la hinchada de Iquique
El ariete volvió a verse con la barra que le profirió insultos racistas. Hubo cariño y respeto, pero al final volvió la ruptura.
El malestar en Iquique contra Emilio Rentería, delantero venezolano de San Marcos de Arica, era evidente. Varios hinchas esperaban la llegada del atacante al estadio Tierra de Campeones para desquitarse de lo sucedido en noviembre del año pasado. En aquella ocasión, en el partido disputado en la puerta norte del país, un grupo de iquiqueños emitió insultos racistas contra el delantero, lo que llevó a la suspensión del encuentro y una posterior sanción para los Dragones Celestes.
Pese a esto, apenas Rentería pisó suelo iquiqueño, las muestras de cariño y respeto hacia el futbolista pudieron más que los insultos.
Tanto en el hotel donde se alojó el plantel, como durante la práctica realizada el día previo al duelo, Rentería recibió un buen trato por parte de la gente, y en especial de los niños.
"Grande, Rentería", "que te vaya bien" e incluso "Rentería, eres mejor que Messi", fueron algunos de los gritos que emitieron un grupo de niños al término del entrenamiento que realizaron los ariqueños el día anterior al pleito.
Las muestras de cariño venían a paliar, al menos en parte, todo lo sucedido en noviembre.
"Estoy tranquilo. Lo que pasó en la temporada anterior ya ni lo recuerdo"
, señaló Rentería, quien aseguró el sábado que estaba en calma y esperando que su equipo obtuviera un triunfo. A propósito de la posible reacción de la hinchada, el ariete se mostró indeferente: "
Eso está en segundo plano y no me interesa, sólo lo que alcancemos como equipo"
. A los niños, que seguían entusiasmados con el venezolano, no tardaron en sumárseles algunos adultos, quienes, pese a ser iquiqueños, se acercaron igualmente a conversar.
"Es bonito el trato que me han dado en estas horas en Iquique. No toda la gente piensa de la misma manera con respecto al color de piel y no todos los chilenos rechazan por esto, así que lo que me hicieron, ya está olvidado", manifestó el protagonista, dando por zanjada la polémica.
"La reacción de la gente puede ser diferente esta vez a lo que pasó en Arica, o no, pero prefiero pensar positivo, porque esto es fútbol y todos somos iguales, no importa ser negro, blanco o lo que sea", agregó, en tono optimista.
Del amor al odio, sin embargo, hay un solo paso, como reza el conocido refrán, y así lo pusieron de manifiesto los hinchas iquiqueños, quienes desde antes del pitazo inicial ayer la emprendieron contra Rentería.
Burlas, insultos y bromas, con el venezolano como destinatario, comenzaron a resonar en la tribuna. Por suerte, ninguno de corte racista. Las pocas tentativas que existieron de volver a descalificar al jugador, fueron acalladas velozmente por otras personas.
Vuelta al odio
Así, el cariño del día anterior se esfumó completamente y comenzó otra historia que el Venado debió soportar desde fuera del campo de juego, ya que no fue considerado como titular ante Iquique.
Rebasados los 20 minutos del primer tiempo, el cuerpo técnico ariqueño decidió enviar a realizar trabajo precompetitivo a los suplentes, iniciándose otra parte del calvario del venezolano.
De inmediato, fue el objetivo predilecto de las burlas, insultos y todo tipo de gritos. Lo más recurrente fue el trato que le dieron de "llorón", aduciendo que él mismo fue quien provocó y organizó lo sucedido el pasado noviembre.
Mientras tanto, Rentería trataba de no tomar en cuenta todo lo que sucedía en las tribunas y continuaba trabajando con la esperanza de ingresar y desquitarse en la cancha. Mayor fue la frustración cuando, antes de concluir la primera etapa, Iquique se puso arriba en el marcador por medio de Manuel Villalobos. Tras el pitazo del juez, el venezolano salió raudo a camarines intentando olvidar lo que pasaba en la cancha y fuera de ella.
Al iniciarse la segunda parte, el panorama no cambió, y los gritos prosiguieron. La amargura del atacante alcanzó su clímax cuando se percató de que no sería opción para el técnico Fernando Vergara, y debió caminar de regreso a la banca, lugar en el que al menos se refugió de la oleada de insultos y bromas en su contra.
Finalmente, el paso de Rentería por la Tierra de Campeones concluyó con un broche negativo. Al salir del estadio y emprender el camino hacia el bus, fue encarado por unos niños, quienes lo increparon tildándolo nuevamente de "llorón". Un hecho que ofuscó completamente al venezolano, quien, impotente, increpó a los adultos que acompañaban a los niños. "Tú eres el responsable de ellos, enséñales que eso no está bien", le espetó a uno de ellos, siendo calmado por hinchas ariqueños que estaban en el lugar.
La pesadilla de Rentería terminó al subirse al autobús.
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