Enríquez evita endosar votos a Frei y se proyecta como opositor a Piñera

<p>El borrador de su discurso lo definió la noche del sábado con su círculo más íntimo de colaboradores, donde acordaron decretar libertad de acción a sus adherentes.</p>




La jornada había comenzado a las 5.45 AM. Marco Enríquez-Ominami, que había dormido poco, se colocó una pulsera blanca de Hannah Montana en su muñeca derecha como cábala y partió a las 9 al Cementerio General, donde visitó la tumba de su padre, el ex líder del MIR Miguel Enríquez. Doce horas después, luego de trasladarse en helicóptero junto a su familia a votar a Zapallar y regresar a Santiago, el candidato reconoció su derrota electoral en el Palacio Concha, en un discurso marcado por las diferencias que intentó instalar con Sebastián Piñera y su rechazo a endosar su votación a Eduardo Frei.

Enríquez, que hasta el tercer cómputo obtenía el 20,12%, afirmó que Frei y Piñera "se parecen demasiado, aunque sus equipos y personas que los apoyan sean distintos". "Ninguno de los dos candidatos son la esperanza de un país distinto, ellos no son el cambio, no son el futuro", afirmó el diputado, quien dio libertad de acción a sus partidarios en el balotaje y rechazó cualquier negociación con Frei. En su intervención, realizada a la misma hora que el senador, emuló frases de Salvador Allende y Miguel Enríquez.

Las críticas más duras de Enríquez las realizó en contra de Piñera. Incluso, señaló que elegirlo sería un "retroceso histórico". También formuló duros cuestionamientos a los timoneles de los partidos de la Concertación, a quienes llamó a renunciar a sus cargos, y postuló que eran necesarios profundos cambios al programa de gobierno de Frei.

PROYECTO POLÍTICO
Enríquez estuvo encerrado durante casi cuatro horas escuchando los cómputos y dando los últimos retoques a su discurso en un salón del Palacio Concha, a medida que se daban los resultados. Al lugar, celado por un guardia, ingresaron su esposa, Karen Doggenweiler; el senador Carlos Ominami y tres de sus colaboradores más estrechos: su jefe político, Max Marambio, y sus asesores Camilo Feres y Cristián Warner.

La noche anterior, hasta la 1.30 AM, el diputado había estado reunido en su residencia con Marambio, Feres y Warner. Ahí terminaron de madrugada el borrador del discurso, que apuntaba a potenciar su capital político para la próxima elección.

El diagnóstico del comando del diputado pasa en primer término porque Piñera es quien tiene mayores chances de triunfar en enero. Y, en la medida en que Enríquez busca sustituir a la Concertación en 2014 y llegar a La Moneda, quiso proyectarse como un líder de la oposición en un eventual gobierno aliancista Bajo ese mismo diseño, realizó guiños a lo que él llamó el "pueblo llano concertacionista", pero no a Frei.

En su discurso también dejó en claro que llevará delante un nuevo referente político, cuyo "domicilio es la izquierda progresista". En el comando estiman que el nicho electoral de Enríquez está en ese sector y que los espacios hacia la derecha están copados.

La otra razón que influyó en Enríquez para resaltar sus críticas a Piñera fue la ofensiva que desplegó el abanderado de la Alianza en su contra en los últimos 45 días de campaña, lo que entre sus cercanos atribuyen a que era más competitivo que Frei en el balotaje. Ya a inicios de noviembre, las relaciones con Piñera no eran tan buenas como a mediados de año, cuando entre los comandos existía una suerte de alianza tácita para enfrentar al senador.
En el "marquismo" estiman que la arremetida del abanderado de la Alianza -que tuvo como peak el debate en Talca, donde lo tildó de "Peter Pan"- influyó en su derrota.

DERROTA PARLAMENTARIA
Quince minutos antes de realizar su discurso, cerca de las 21.30, Enríquez convocó a cerca de 100 adherentes al segundo piso del Palacio Concha. Ahí, por momentos emocionado y a viva voz, les contó cuáles serían los ejes de su intervención y los llamó a construir de inmediato un nuevo movimiento político.

"Aunque no soy cristiano, una parte de mi familia sí lo es y lo que más me gusta de la eucaristía es cuando la gente se da la paz", añadió el candidato, ante lo cual sus partidarios se abrazaron entre sí y besaron a quienes estaban a su lado.

En su improvisado discurso, Enríquez le rindió un homenaje a su padre adoptivo, Carlos Ominami, quien sufrió una dura derrota en la Quinta Región Cordillera y dejó en duda un posible apoyo a Frei. La misma postura tienen los ex PS del comando.

A esa altura, no sólo el senador estaba cabizbajo y visiblemente afectado. También lo estaban otros partidarios, que lamentaban que todos los candidatos parlamentarios de lista se hayan perdido, entre ellos Alvaro Escobar y Marcelo Trivelli.

Antes de partir desde el comando a una fiesta de su equipo, Enríquez recibió anoche a los voceros del equipo programático de Frei (Océanos Azules) Juan Pablo Hermosilla, Guillermo Pickering y Pablo Ruiz Tagle, quienes fueron a saludarlo. A esa altura, sin embargo, los planes del comando estaban volcados en la gira que realizará en los próximos días el diputado por el país y a evitar las "fugas" de adherentes hacia Frei.

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