Entre la realidad y la ficción: novela gráfica recoge los mil días de gobierno de la UP

13 de septiembre de 1970. Habían pasado nueve días desde que Salvador Allende fuese elegido Presidente de Chile con sólo 34 mil votos de distancia de los obtenidos por el candidato de la derecha, Jorge Alessandri, y los ánimos ya empezaban a caldearse en Santiago. Ese día, en Cumming con la Alameda, se produjo la primera manifestación postelectoral en apoyo a la Unidad Popular, bajo el nombre de "Defesa del triunfo de Allende", donde el propio Presidente denunciaba un complot en su contra. Al mismo tiempo, se creaba Patria y Libertad, grupo paramilitar de derecha liderado por el abogado Pablo Rodríguez. La oposición comenzaba a tener una carta fuera de los círculos políticos, en la misma población de civiles. Así era el panorama, aunque Allende había ganado con propiedad, gobernar no sería fácil.

"Intentamos presentar los hechos tal como están narrado en la historiografía, equilibrando las actuaciones de ultra derecha y ultra izquierda. Consulté muchos documentos, desde libros como  Golpe de Ascanio Cavallo y Margarita Serrano, hasta el documental La batalla de Chile de Patricio Guzmán. Mi visión es que Allende se quedó solo en medio de dos bandos que no lo dejaron avanzar", dice Carlos Reyes, guionista de Los años de Allende, novela gráfica que plasma en viñetas los mil días de la UP  en el poder, con dibujos de Rodrigo Elgueta.

La historia transcurre a través de los ojos  de un periodista estadounidense que llega a fines de 1970 a Chile para registrar el proceso socialista liderado por Allende, y en el camino conoce a Claudia y José, dos miembros del MIR. "Los periodistas son los grandes cronistas de nuestra época y este es un homenaje también a todos ellos y a los reporteros gráficos y audiovisuales que se dedicaron a registrar los hechos", dice Reyes.

Con asesoría del historiador Manuel Vicuña y el escritor Marcelo Mellado, los autores de Los años de Allende intentan apegarse lo más posible a la realidad.  Los dibujos de Elgueta son realistas y el guión de Reyes es un vertiginoso relato de esos años. "Fue un gran desafío de recreación de la época, hallar las locaciones y sobre todo dibujar los rostros de los personajes para que fueran inmediatamente reconocibles. Para el asesinato de (René) Schneider, por ejempo, tuve que dibujar expresiones de dolor que no presencié", cuenta el dibujante, que antes ya había trabajado con Reyes en la serie Dr. Mortis, y ahora preparan un nuevo trabajo sobre los selknam.

En el último tiempo una nueva oleada de cómics basado en hechos históricos se ha tomado la escena local. Es el caso de Santa María 1907. La marcha ha comenzado, novela gráfica de Pedro Prado, que reproduce la matanza en la escuela de Santa María de Iquique, o Lota 1960, de Alex Figueroa y Claudio Romo, que hace lo propio con la trágica historia de la huelga del carbón que duró tres meses. En esa tecla se mueve  Los días de Allende. "No es un fenómeno solo chileno, en todo Occidente los cómics están tendiendo a hacerse cargo de la historia. Lo importante es que estos temas aparezcan, se discutan, porque todavía no están resueltos, y el cómic puede ser una herramienta eficaz y cercana", concluye Carlos Reyes.