Érika Olivera: "Es el sueño que todo deportista anhela"

Aunque lo intenta, resulta imposible para Érika Olivera (40 años) esconder las ganas de ser la abanderada en Río de Janeiro. Lo será si la gente vota por ella en redes sociales, con #AbanderadaOlivera. Con 29 años de trayectoria deportiva, cuatro participaciones en Juegos Olímpicos y un medallero colmado, ella todavía es parte de una historia. Hoy, en el ocaso de su carrera, sigue dando de qué hablar.

El tono es distinto, eso sí, pues se mira en retrospectiva. Los de Río serán para ella sus últimos Juegos y también su último maratón representando al país, luciendo la bandera a la que tanto le ha entregado en una especialidad que, pese a todos los esfuerzos, no ha encontrado una mejor exponente. Cuatro plusmarcas aún vigentes así lo avalan, pero también un legado marcado por el esfuerzo, la perseverancia y las ganas de ser parte de la elite deportiva.

Qué es más importante para un deportista: ¿portar la bandera de su país o ganar una medalla?

Depende de los objetivos. Si uno va en busca de medallas o marcas prima el trabajo para eso. Ser abanderado es el sueño que tenemos todos, pero al que muchas veces debemos renunciar para, tener un buen desempeño, pero sin dudas que ser abanderado es algo muy importante.

¿Esperaba llegar al final de su carrera para que apareciera esta opción?

En mis años de alto rendimiento hubiese sido difícil para mí ser la abanderada de Chile. Muchas veces me preparé para obtener medallas y, al estar en un desfile donde se lleva la bandera, o aunque no la lleves, igual es un desgaste. Yo muchas veces decidí no ir a las inauguraciones de muchos campeonatos por lo mismo.

Si gana en la votación, esta sería su segunda ocasión portando la bandera de Chile.

No. En Toronto porté la bandera en la ceremonia de clausura, pero no es lo mismo, al menos para mí. Además, eso se dio en el momento: no había quién llevara la bandera y me preguntaron si quería. Yo dije que sí (risas).

¿Se imaginó llegar a competir en cinco Juegos?

No, la verdad es que ni siquiera en uno (risas). Cuando comencé a correr no lo hice pensando en el atletismo, ni tampoco en que iba a llegar a ser una de las mejores deportistas del país. Las cosas se fueron dando y creo que Dios me entregó una gran bendición, una luz en mi camino, y lo supe aprovechar. Estoy súper contenta de que me haya caído esa estrella guía, como le digo yo.

Ustedes, los atletas, tienen mucho contacto entre todos ¿Qué le han dicho sus pares respecto a esta nominación?

Aunque te parezca increíble, yo no tengo mucho contacto con mis otros compañeros. Estoy en la parte final de mi carrera y el resto de mis compañeros están compitiendo a full. Lo que me pasa hoy día es que, como tenemos tantos años de diferencia,  a muchos los conozco por nombre, pero no personalmente.

De llegar a ser la abanderada, sería el final soñado de su carrera.

Sí, por supuesto, pero jamás me lo planteé como un sueño. Si se da, bien. Sería bonito, voy a cumplir el sueño que todo deportista anhela cuando va a unos Juegos Olímpicos, pero nunca lo planifiqué así. Sí proyecté clasificar a Río 2016 y con eso poner fin a una carrera de 24 años sólo en el alto rendimiento.

¿Cuáles son sus objetivos en Río?

Eran ir a disfrutar, en el sentido de no tener la presión de tener que cumplir con un rendimiento, pero es imposible no pensar en competir. La proyección de marcas o lugares es algo que se verá allá. El clima es muy difícil para el maratón en Río, el circuito se supone que será el más plano, pero correr ahí no es fácil. Si fuese un clima como Londres podría pensar en un tiempo bajo las 2 horas 40 minutos, pero allá será como en Atenas, muy complejo.

¿Cuánto tiempo pasará hasta que se batan sus récords?

En algún momento va a pasar, para eso están las marcas. Creo que Chile tiene mucho recurso humano, mucha gente que tiene las condiciones, el talento, pero se han perdido. Ha habido muchas atletas que se han proyectado para seguir mis pasos, pero lamentablemente siempre pasa algo en el camino y no han llegado más allá.

¿Qué son los Juegos Olímpicos para usted?

Para mí el olimpismo no es sólo ganar una medalla, es también ganarle a la vida, es participar, es juego limpio… Son muchos valores. Cuando decidí no retirarme y seguir compitiendo lo hice pensando en eso, y transmitirle esos valores a las nuevas generaciones.

¿Por qué la gente debería votar por usted?

Yo no digo que la gente tiene que votar por mí. Sí invito a que voten. Creo que las tres candidatas tenemos méritos, algunos más actualizados que otros (risas). Apelo a la trayectoria, son 29 años en el atletismo, 24 en el alto rendimiento, durante 15 años fui medallista para el país en todas las pruebas que me tocó competir, desde los 1.500 metros hasta el maratón. Gané todos los campeonatos que tiene el atletismo y hay récords que aún están vigentes a nivel sudamericano.