Ex Penal Cordillera: el nuevo giro médico del recinto del Ejército

Comandante en jefe, general Humberto Oviedo, reinauguró ayer las instalaciones de Peñalolén, que alguna vez fueron ocupadas por Manuel Contreras.




Un solo militar custodia la entrada, por Av. José Arrieta 9540, en la comuna de Peñalolén, Santiago. Adentro se divisa una gran casona, aún en reparación, varias cabañas blancas, recién pintadas, y rampas médicas de acceso a cada una. Y en la puerta del recinto, hacia la calle, una placa metálica muy clara: "Casa de acogida del personal del Ejército".

En este lugar, a un costado del Comando de Telecomunicaciones, hasta hace diez meses, en rigor hasta el 26 de septiembre de 2013, funcionó el llamado Penal Cordillera. Había sido acondicionado en 2004 por el ex Presidente Ricardo Lagos para acoger a oficiales uniformados en retiro condenados por violaciones a los DD.HH. Por allí, con un importante dispositivo de seguridad, deambularon entre otros el general (R) Manuel Contreras y el brigadier (R) Miguel Krassnoff. Esa primavera, sin embargo, el entonces Presidente Sebastián Piñera decretó su cierre y el traslado de los diez internos que lo habitaban a la cárcel Punta Peuco.

Aquel movimiento, y toda la tensión policial y mediática que lo acompañaron, se efectuó finalmente en la medianoche del 29 de septiembre. Y el recinto salió de circulación y de las noticias. Hasta ayer.

"Estas instalaciones, que son del Ejército, van a satisfacer las necesidades de muchas familias que estén en tratamientos complejos en el Hospital Militar, y que provengan de zonas lejanas, como Porvenir, Puerto Natales, Tierra del Fuego y muchas otras, del norte y todo Chile", manifestó el comandante en jefe del Ejército, general Humberto Oviedo, tras la ceremonia de reinauguración.

Se trata del proyecto de remodelación del ex Penal Cordillera, cuya inversión asciende a $ 120 millones y que, desde ahora, permanecerá bajo la tuición del Comando de Bienestar de la institución armada, bajo el rótulo de "Casas de Acogida para las cargas familiares del personal del Cuadro Permanente".

El general Óscar Álvarez, jefe de esta unidad, destacó que la iniciativa consta de cinco cabañas, con una capacidad para cuatro personas cada una, habilitadas para los post operatorios y hospedaje de tratamientos médicos extensos.

"Quisimos darle una connotación social, distinta de lo que (el recinto) fue en algún momento. Todos aquellos suboficiales, y sus respectivas familias, que estén en tratamientos prolongados y complejos en el Hospital Militar, y no tengan dónde residir en Santiago, podrán optar al beneficio de alojar en estas habitaciones, con costos muy beneficiosos para ellos", destacó el oficial.

La ceremonia de inauguración fue encabezada por el general Oviedo y por la presidenta de la Fundación de Señoras del Ejército, Marianne Stegmann, que apoyará las labores de coordinación para la llegada de pacientes y sus familias a este centro.

Según informó el Ejército, estas cabañas asistenciales del recinto son la primera etapa de su remodelación. La segunda consistirá en el mejoramiento de las áreas verdes y la tercera sería la recuperación de la casona de ingreso como "bien patrimonial", para huéspedes y familiares de los mismos pacientes.

A partir de 2004, este lugar funcionó como complejo penitenciario, bajo la administración de Gendarmería de Chile, a quien el Ejército se lo entregó en comodato. No obstante, por ser patrimonio de afectación fiscal, tras su cierre, la institución militar lo recuperó y dispuso del nuevo giro. "Anualmente, se reciben más de dos mil 200 solicitudes de personal y sus familias que viven en zonas alejadas, para recibir algún tipo de ayuda en sus tratamientos en Santiago. Y estas instalaciones, además de un departamento de acogida que ya existe, nos permitirán aumentar esa cobertura", destacó el general Óscar Álvarez.

En su antigua función, como recinto carcelario, una de las últimas polémicas que vivió el ex Penal Cordillera ocurrió en septiembre de 2013, luego de que el general (R) Contreras concediera una entrevista en su interior.

Posteriormente, ante el inminente traslado determinado por el Ejecutivo, uno de sus internos, el general (R) Odlanier Mena, quien se encontraba con el beneficio de salida de fin de semana, falleció en su domicilio producto de un disparo de tipo suicida. La fiscalía cerró la investigación descartando participación de terceros.

Aunque diferentes instituciones solicitaron el uso de las instalaciones, desde hoy, la Casa de Acogida Cordillera recibirá pacientes del Ejército.

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