Francia se divide por traslado de restos de Camus a Panteón de París

<p>Sarkozy pretende que el autor descanse junto a ilustres como Victor Hugo y Balzac, pero los hijos del escritor dudan.</p>




Construido originalmente para que fuera una iglesia dedicada a la patrona de París, Santa Genoveva, el destino del Panteón de Francia se torció con la Revolución Francesa. Perdió su carácter religioso y pasó a ser un templo a lo humano: "A los grandes hombres, la patria agradecida", se lee en el frontis. Ahí están, entre otros, los restos de Voltaire, Louis Pasteur, Victor Hugo, Balzac, Emile Zolá, Marie Curie y Alejandro Dumas. Si dependiera del Presidente Nicolas Sarkozy, el exclusivo club post mortem tendría un nuevo miembro: Albert Camus. Sin embargo, la idea desató una controversia que agita la escena cultural francesa.

El plan de Sarkozy es trasladar los restos del autor de El extranjero hasta el Panteón en enero del 2010, en conmemoración de los 50 años de su muerte. "Sería un extraordinario símbolo", dijo el mandatario. Pero ya cuenta con detractores clave: Jean Camus, uno de los hijos del escritor, aseguró al diario Le Monde que sería un "contrasentido", pues iría en contra de la manera austera de vivir y pensar la literatura de su padre.

Nacido en una familia prácticamente indigente, en la Argelia colonizada por Francia, Camus llegó a ganar el Nobel de Literatura en 1957, levantando la bandera de la independencia política. Dramaturgo, novelista, ensayista y figura de la Resistencia al nazismo, su emblemática amistad con Jean Paul Sartre se quebró a mediados de los 50 por la lealtad de éste a la Unión Soviética de Stalin. A modo de apología a la resistencia civil ante los atropellos, escribió El hombre rebelde. Camus desconfiaba del poder.

EL SIMBOLO EN JUEGO
El temor de su hijo Jean es el aprovechamiento político que Sarkozy pueda sacar de su padre. No es el único que lo piensa:  "Creo que Camus no necesita nada de Sarkozy. Es Sarkozy el que quiere cubrirse de su brillo intelectual", aseguró a la BBC Olivier Todd, biógrafo del escritor. Y agregó: "En su vida, Camus rechazó los honores. Aceptó el Premio Nobel sólo para hablar del destino de Argelia y la población francesa en Argelia".

Según Jeanyves Guérin, investigador de la vida del autor de La peste, el problema es político: "Las ideas de Sarkozy no tienen nada que ver con los valores que Camus defendía", aseguró. Pero Alain Vircondelet, autor de una biografía del escritor que se publicará en enero, retruca: "Camus no le pertenece a la izquierda. El estaba más allá de los partidos políticos. Su llegada al Panteón debería trascender a estas discusiones. Sería extremadamente simbólico".

Para la hermana de Jean, Catherine Camus, tampoco se trata de una cuestión política.  Según ella, ya nadie recuerda que fue Jacques Chirac quien promovió la llegada de los restos de André Malraux y Dumas al Panteón. Ella, en todo caso, aún no toma una decisión. "(Mi padre) intentó siempre hablar por aquellos que no tenían voz. Desde ese punto de vista, es un buen símbolo", dijo a una radio francesa. Y siguió: "Pero era claustrofóbico. Y no le gustaban los grandes honores. Por eso, la cuestión no es simple. Pienso en todos aquellos que tienen el mismo origen pobre que mi padre, y en mi abuela, que trabajó como mujer de la limpieza. Sería un homenaje a todos aquéllos para los que la vida es una experiencia dura".

Mientras Catherine y Jean no den una respuesta oficial, los restos de su padre seguirán bajo una sencilla lápida en el cementerio de Lourmarin, un pequeño pueblo de la Provenza francesa.

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