Francisco Saavedra: "Agarrar un mapa y emprender rumbo es lo mejor que te puede pasar"
El conductor de Lugares que hablan acaba de ser escogido el Rey Guachaca 2017, una prueba más del éxito que está teniendo en pantalla con su programa de viajes. Él dice que recorrer Chile y conocer las historias de las personas que viven en los lugares más recónditos lo ha remecido completamente.
Sobre un caballo llamado Mantelito Blanco, Francisco Saavedra avanza junto a un grupo de arrieros hacia la cordillera de Codegua en la Sexta Región en busca de cabezas de ganado. Después de nueve horas le dolía todo: "Me tuve que tomar un analgésico porque no me podía mover", dice el animador del programa Lugares que hablan y quien, gracias a la votación del público, es desde esta semana el Rey Guachaca 2017. En el recorrido de cuatro días pasó por lugares peligrosos como "La cruz de la muerte" que le hicieron honor a su fama: "Nos agarró un ventarrón del terror. Incluso los arrieros contaban que a veces los caballos salían volando solos. Fue una historia muy alentadora", dice rematando con su ya característica carcajada.
Esa aventura apareció en la nueva temporada del programa, que transmite Canal 13 todos los sábados a las 10 y media de la noche y que se ha transformado en una de las revelaciones de la televisión abierta. Lugares que hablan es un programa cultural y de viajes que debutó en 2013 y que muestra rincones desconocidos de Chile, además de costumbres e historias de sus habitantes. Al principio lo daban en la tarde y cada episodio era conducido por distintas figuras como Karen Doggenweiler. Pero desde que Saavedra tomó la conducción, el espacio empezó a ganar más popularidad y el año pasado fue el espacio cultural más visto de la televisión nacional.
Por ejemplo, el capítulo del 25 de marzo que mostraba cómo la falta de niños amenaza el futuro de Camiña, en la Región de Tarapacá, lideró la sintonía en su horario con un rating promedio de 14,6 puntos contra los 12,9 que marcó Morandé con Compañía de Mega. Sin embargo, a él no le gusta que le digan que ambos programas son competencia. "Somos muy distintos. El público gana con que haya un canal que apueste por el humor, otro por la cultura y alguno que exhiba una película. Los canales debieran atreverse a abrir más espacios durante la semana ya que la televisión puede ser mucho más que teleseries", dice el animador de 39 años que vive con su hermano y que en los pocos momentos libres que tiene practica boxeo o ve alguna de las casi dos mil películas que tiene.
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El conductor en su visita a Camiña.[/caption]
¿Cómo se logra que el público enganche la noche de un sábado?
Este es un programa cuyos protagonistas son las personas. Cuando mostramos a gente que tiene que ir a pararse a la punta de un cerro para tener señal y hablar por teléfono, o que tiene que desviar la corriente de un río para activar un motor y tener luz eléctrica, el público dice "por qué hay tanta desigualdad". Se dan cuenta de que está tan mal pelado el chancho, pero que aún así esos chilenos son tremendamente felices y no los sacas ni amarrados de allá. Esas personas respiran aire más puro que nosotros y protegen su entorno de la contaminación, al igual que su mar, su flora y sus costumbres. A veces mostramos tradiciones como las jineteadas que generan debates, porque son criticadas por animalistas y otros grupos. Pero uno se pregunta qué haría el arriero sin su caballo… es como esa canción de Patricio Manns que dice "¿Qué sabes de cordillera si tú naciste tan lejos?".
¿El programa es un espejo para mostrar ese otro Chile?
Los medios de comunicación tenemos que hacer un mea culpa, porque somos muy centralistas. Eso parte porque el Estado lo es y las decisiones económicas y políticas se toman en Santiago. Acá se inunda algo y todos alegan porque los niños no pueden ir a clases, pero en muchos otros lugares para llegar al colegio tienen que ir siguiendo la huella y protegerse de que no les vaya a salir el puma. La gente dice que en Santiago somos alaracos y tienen razón. Sin embargo, al público le gusta que le muestren esos otros mundos, se siente orgulloso de ese chileno que muchas veces hace patria en lugares donde viven dos personas.
Saavedra cuenta que uno de los lugares que lo impresionó fue Caleta Gonzalo, en la zona de Chaitén, Región de Los Lagos. "La gente te demuestra el cariño a través de un plato de comida o te recibe en su casa. Eso nos pasó ahí: una familia nos dio techo. El dueño incluso me prestó la cama de uno de sus hijos. ¿Quién hace eso acá en Santiago?". El conductor cree que hoy el país pasa por "un momento duro y de mucha agresividad y violencia" y cree que de alguna manera Lugares que hablan "devuelve la esperanza de que todavía hay gente buena". En su caso la amabilidad es tanta que le pasa la cuenta: "Muchas veces desayuno y almuerzo varias veces al día. Cuando llego a Santiago me tengo que meter al gimnasio y hacer dieta con lechuga y huevos duros no más".
De la farándula a recorrer Chile
Saavedra es oriundo de Curicó y, aunque no le gusta mucho el fútbol, es hincha de dos equipos: "Soy de Colo Colo por una cosa familiar y del Curicó Unido porque soy de allá". El animador debutó en el 2000 comentando cine en el desaparecido programa Extra jóvenes. Después se fue a Canal 13, donde se dio a conocer en el espacio de farándula Alfombra Roja. En mayo de 2014, los productores de Lugares que hablan le pidieron que condujera un episodio en Valparaíso: "Me encantó", y por eso cuando Alfombra Roja fue cancelado y le ofrecieron quedarse aceptó.
"Nuestro programa iba a las dos de la tarde y con muy buenos resultados; marcábamos hasta diez puntos, un gran logro a esa hora. Pero para la Copa América en 2015 había un partido en esa franja y el director de programación explicó que como de todos modos había que cumplir con las horas de contenido cultural que exige el Consejo Nacional de Televisión, nos moverían a la noche. Yo me asusté". Era un capítulo sobre una minga en la que se trasladaba una casa por el agua en Puerto Cisnes, Región de Aysén: "A esa hora los programas no marcaban más de cinco puntos. Pero de repente empezó a sonar mi WhatsApp: ¡Estás en 14 puntos". Así fue como pasó el programa al horario estelar nocturno.
¿Cuáles han sido los lugares más difíciles para grabar?
Recuerdo Visviri, porque sólo hay una residencial con 10 camarotes y hay que quedarse con los camioneros que siguen su ruta hacia Bolivia o Perú. Tengo que agregar que hay una deuda. Chile suele ganarse premios por tener los destinos más lindos, pero ese es el turismo caro o cuico, para los europeos. Falta conocer ese otro turismo que mostramos, que básicamente es subirse a una camioneta o un bus y partir. Agarrar un mapa y emprender rumbo es lo mejor que te puede pasar.
¿Qué ha sido lo más insólito en la grabación del programa?
Me han llamado de algunos ministerios para decirme "Pancho, sería bueno que mostraras también un nuevo proyecto que vamos a inaugurar". Pero cuando fui no estaba ni el puente, ni tenían luz eléctrica ni señal celular. No puedo avisarles a las autoridades cuando vamos a ir para que pinten todo, como cuando vino el Papa y Pinochet mandó a pintar las fachadas de las casas.
Otro ejemplo que pone fue cuando estuvo en Chaitén: "Los cielos se cerraron por la lluvia y quedamos aislados. Imagínate lo que es para ellos tener un enfermo. Nos gustó quedar botados porque pudimos sentir en carne propia la angustia que ellos viven". Recorrer el país lo ha remecido, agrega: "El programa ha sido como un cachetazo para mí. Me hizo meter las patas al barro".
Si se le pide elegir qué lugares de los que ha recorrido recomendaría, Saavedra tiene varios candidatos. Uno es Melinka, pueblo de la Región de Aysén donde se pueden avistar ballenas azules –el animal más grande del mundo-, el otro es la isla Juan Fernández y el tercero es Melipeuco, zona de la IX Región donde está el "espectacular parque Nacional Conguillío" junto a sus lagos y vegetación nativa. De hecho, la cadena BBC filmó en ese lugar escenas de su documental Caminando con dinosaurios y lo calificó como uno de los últimos rincones del mundo que preservan el paisaje que habitaron esas criaturas ya extintas.
"El valle de Codpa, en la Región de Arica, también es muy especial porque en ese lugar se realiza la vendimia más al norte de Chile. Allí hay un vino llamado pintatani que tiene más de 400 años. Proviene de las vides europeas que los españoles trajeron originalmente para elaborar el vino que se usaba en las misas", dice Saavedra. Entre los lugares que le faltan por conocer, el animador menciona Puerto Williams, porque es el pueblo "más austral de Chile".
A veces se dice que la gastronomía chilena es más bien plana, pero en el programa suelen probar muchos platos y tragos distintos. ¿Cuáles han sido los más sorprendentes?
Hay varios, como el "culiaito" que prepara la señora Betty Castro en el Lago Rupanco (Región de Los Lagos). Es exquisito y se prepara con agua ardiente y una hierba que se llama culén. También está el 'baja calzón' que hacen en Marchigüe (Sexta Región) y lo elaboran con agua ardiente y chicha. Y si se trata de comida todavía me acuerdo de los choros zapatos al alicate de Melinka. Los abren y antes de cocinarlos les echan un pino de cebolla, tomate y queso, para luego cerrarlos usando un alicate y alambre.
Según Saavedra, tampoco se puede dejar de mencionar el curanto al hoyo de la Isla Chelín, en la comuna chilota de Castro, y las papas rellenas con mariscos que preparan en el pueblo de Carelmapu, en la Región de Los Lagos. ¿Qué debe hacer alguien que quiera conocer estos y otros lugares similares al estilo de Lugares que hablan? "Tener un buen mapa impreso. Nosotros andamos sin GPS y usamos las guías que hace Copec. Lo mejor es bajar la ventana del auto y preguntarle a la gente dónde comer o alojarse. Hay mucha gente dedicada a promover lo que hace y su gastronomía. Ellos son los mejores guías".
Actualmente, Saavedra prepara un nuevo programa llamado Lecciones de vida, que parte en mayo en Canal 13 Cable y en el que entrevistará a personajes como la actriz Bélgica Castro. También quiere hacer una guía turística aprovechando las fotos captadas por el camarógrafo David Liempi, conocido como el "catador" de Lugares que hablan. "Antes del programa, seguro que me sacaba un cuatro en historia y geografía y hoy tendría sobre seis, conozco de regiones, etnias y los períodos de Chile. Sé qué es un gillatún y otras cosas que antes sólo veía en los libros. Eso te hace crecer", señala.
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