Francisco Silva: "No podemos perder cuatro años más con un crecimiento vegetativo"
Para el presidente de Security, el panorama no es muy alentador. En su opinión, la crisis de desconfianza y el bajo crecimiento han estado marcados por un gobierno que aplica políticas sin coherencia y "contrarias a la buena gestión".
Dos cosas faltan en Chile, según el empresario Francisco Silva: "Mirar a largo plazo y mirar el resto del mundo". Y agrega: "En el mundo están pasando cosas, a mil por hora, que nos afectan a todos. No podemos quedarnos aquí mirándonos el ombligo. Hay que levantar la mirada".
Una visión que según el presidente del Grupo Security y ex presidente de Icare contrasta con lo que ocurre en Chile, donde, en su opinión, el gobierno ha impulsado políticas sin coherencia y contrarias a la buena gestión del país. Enemigo de las entrevistas, en esta conversación con La Tercera Silva se refiere al escenario económico/político del país y a los 25 años que cumplió Security.
¿Le preocupa la situación que vive el país?
Todo el escenario que estamos viviendo, la desconfianza hacia los políticos, los empresarios, la desconfianza recíproca entre todos los chilenos, todo eso está coronado por el pésimo desempeño económico del país, porque cuando los países se desarrollan existe una sensación de que todos son parte de ese proceso de crecimiento. Desgraciadamente, además, esto estuvo y está atravesado por una visión o una acción política que buscó imponer reformas que fueron absolutamente contrarias a la buena gestión de un país, que buscaban cierta reducción de la desigualdad, pero que fueron realizadas de manera poco profesional.
¿A qué reformas se refiere?
Estamos viendo una reforma tributaria que todavía no empieza a surtir sus efectos y el SII lleva como 600 páginas de instrucciones, son más páginas que la misma ley. Los contadores auditores están sobrepasados por este trabajo. En la reforma laboral, la expectativa que tenemos es que se judicialice lo más pronto posible, que empiecen los juicios para que empiece a haber jurisprudencia y tengamos, por así decirlo, una forma de relacionarnos entre empleadores y trabajadores. Y hay tantas otras cosas, crisis más puntuales, como la del Sename, donde lo que más me choca es que a nadie le importa, no hay un mea culpa, nadie ha dicho "esto se va a arreglar de esta manera". Como que el país ha perdido su capacidad de asombro y eso me parte el alma.
¿Cree, como otros, que el síndrome del "pato cojo" ha generado que el gobierno haya entrado a un estado de pausa?
Está en pausa y a raíz de la trayectoria que trae, uno no puede proyectar nada demasiado diferente para adelante, porque son las mismas personas, las mismas ideas, los mismos temas de debate. Que hoy día me digan que el énfasis ahora estará en la ley del aborto, en la nueva Constitución, bueno, es el énfasis que han tenido siempre, no hay nada distinto. Vimos el proceso constitucional, que tuvo mucha participación y visibilidad en los medios, pero después no sabemos lo que pasó, no hay unas conclusiones, no hay una visión. Y respecto de la ley del aborto, sabemos que es una de las iniciativas que más dividen al país.
El Imacec de octubre cayó 0,4%. Usted alguna vez habló de que esta era una crisis "made in Chile". ¿Sigue siendo así?
Chile ha crecido menos que el mundo, que avanza a 3%. Este -0,4% es puntual, pero lo que uno se pregunta es por qué ocurre eso. No quiero decir que el aumento del precio del cobre, de casi US$ 2 a US$ 2,8, cambie la aguja de manera dramática en dos meses, pero el mundo no está mal, no se está cayendo a pedazos; Estados Unidos crece con fuerza, China mantiene su crecimiento en 6%-6,5%, la India está con un crecimiento cercano a eso o incluso superior, Brasil está saliendo de su pantano. Pero más que "made in Chile", lo que hay acá es un conjunto de políticas que no tienen coherencia. El otro día tuvimos una pequeña discusión en el almuerzo temático en la Enade, en la mesa del tema universitario. Las cosas que uno escucha sobre la reforma universitaria, uno dice "¿qué es lo que quieren hacer aquí?, ¿a quién quieren beneficiar?, ¿a quién quieren darle apoyo y a quién no?, ¿por dónde quieren partir?". Nada cuadra, nada calza. Este gobierno no tiene un hilo conductor.
¿Falta mirar más a largo plazo?
Aquí faltan dos cosas: mirar a largo plazo y mirar el resto del mundo. Obviamente que en el mundo hay problemas políticos que son muy serios -acabamos de enterarnos de los referéndums políticos de Italia y Austria, el de Austria anduvo mejor, el de Italia anduvo mal-, pero, además, el mundo se está organizando de una manera que nosotros no entendemos bien. Todo el mundo digital, las formas en que vamos comunicando, en que vamos transmitiendo nuestras ideas, nuestros pensamientos, nuestras aspiraciones, es algo tan alejado de lo que uno ve acá. Uno ve que el mundo digital está penetrando toda la actividad humana y no veo a la gente que está a cargo de nuestro país señalando que la agenda digital se va a tomar toda la esfera económica, cultural, del conocimiento. Aquí vemos que hay más rigidez laboral, en la educación; rigidez en todo.
¿Cómo cree que será recordado el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet?
Como un gobierno en el que se frustraron las expectativas. Salió elegida con esa aplastante y abrumadora mayoría para traer bienestar, mayor desarrollo y crecimiento. Y nada de eso está ocurriendo. Han sido casi tres años muy intensos, muy peleados y uno se mira en la otra persona, en el otro chileno, y como que no se reconoce que somos compatriotas, y a mí eso me da mucha frustración, mucha rabia, porque o somos todos o no somos ninguno. Todos tenemos que progresar.
¿El gobierno ha sido el principal propulsor de ese ambiente?
Más que nada tiene responsabilidad en esta especie de laissez faire, de "bueno, las cosas van por ahí, las reformas van por acá, las mando al Parlamento; si las rechazan, las rechazan, si las aprueban, las aprueban". Hay como un laissez faire legislativo preocupante.
¿No cree que el empresariado ha contribuido también al clima que vive el país?
El país se encuentra donde está por una serie de episodios reñidos con el cómo se deben hacer las cosas, cómo es la relación entre la política y los empresarios. Pero dicho esto, debo sostener con claridad que las personas, empresas y empresarios que han estado involucrados en hechos que no son aceptables, todos han enfrentado juicios públicos, legales, de la opinión pública, de una manera que yo diría va mas allá de lo normal en actos de esta naturaleza. Y esto mismo no ha ocurrido con ciertas personas del ámbito político, a los que se les ha tratado con una mano más blanda.
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Francisco Silva, presidente del grupo Security. Foto Andrés Pérez / La Tercera[/caption]
¿El mundo empresarial ha pagado por lo que ha hecho?
No sé si ha pagado de más o de menos, pero ha enfrentado la furia de la opinión pública y las decisiones de los jueces.
¿Cree que el ambiente puede cambiar ahora que se van acercando las elecciones presidenciales?
El ambiente va a cambiar, pero todavía nadie es capaz de decir cuál será la temática o la impronta que tendrá la discusión presidencial. De partida, no sabemos cuántos candidatos va a haber, no sabemos si van a aparecer candidatos nuevos que aún no conocemos o si se van a perfilar mejor candidatos que sí conocemos. Está todo en veremos. Hace cuatro años, cuando se perfilaba la candidatura de Michelle Bachelet, era como carrera corrida.
Ahora, las encuestas dicen que lo más probable es que ganará el ex Presidente Sebastián Piñera...
Pero hay gente que descalifica las encuestas, que dicen que están mal hechas. Pero tiene razón de que hoy, cualquiera sea la forma en que las mires, las encuestas dan en la punta a Piñera.
¿Y ese escenario genera calma en el empresariado?
Sí. Pero también están todos los otros temas de moda que aún así generan incertidumbre. Me refiero a las pensiones, la migración. Son temas que se lanzan, porque se ponen de moda, pero donde no hay conducción. En el tema de la migración, ahora quieren sacar una ley exprés para regular cosas que son súper complejas y que tienen implicancias de largo plazo. Como se puso de moda, hay que sacar una ley. Pero, en cambio, no veo una política migratoria.
Por el lado de la Nueva Mayoría, ¿cómo ve a Guillier, que hoy marca más que Lagos?
Cualquiera que sea la campaña, el candidato, ellos tienen que pensar en un Chile que crezca, que se desarrolle, que incluya, que se proyecte al mundo, que se relacione con el resto del mundo de manera positiva, creativa, y eso pasa por tomar en cuenta la iniciativa privada.
JP Morgan dijo que el ex Presidente Ricardo Lagos y Piñera generaban mejor ambiente. No así Guillier. ¿Está de acuerdo?
Sin ser despectivo, no tengo idea de lo que piensa Guillier. El dice: "No vengo del mundo de la política", pero me extraña, si lleva tres años siendo senador. Pero no le conozco visiones económicas ni políticas, cosa que sí conozco de muchos otros, de candidatos más extremos, que son más estatistas, menos pro empresa, quieren subir los impuestos…, pero tienen convicciones. Pero aquí no he visto nada. Se está posicionando con su imagen, que es muy buena, un periodista de mucha trayectoria, pero no sé qué le ofrece a Chile. No podemos perder cuatro años más con un crecimiento prácticamente vegetativo.
¿Cómo ve el debate que se ha instalado sobre el sistema de pensiones?
Las pensiones no son otra cosa que el producto del ahorro previsional durante la vida laboral. Si lo que se ha acumulado es insuficiente, es porque se ha ahorrado poco. Dicho esto, la rentabilidad de los fondos que se les han encomendado a las AFP ha sido extraordinaria. Ahora, no ha sido suficiente, punto uno, porque la época durante la cual se hacen contribuciones ha sido menor que la que se necesita, y, punto dos, el monto a imponer ha sido bajo y no ha ido creciendo con el tiempo, como sí ha sucedido en otros países.
¿Qué le parecen los cambios que propuso el gobierno y que incluyen la creación de un pilar de ahorro colectivo solidario?
Cuando le aplicas un gravamen al trabajo disminuye la demanda, eso es matemático. Aquí no hay magia, en el fondo, es un impuesto al trabajo.
Pero usted mismo decía que hay que ahorrar más...
Hay que ahorrar más, pero no aplicar un impuesto. Y, además, se discute que ese 5% puede ir desde un 0% hasta un 5% a un fondo común. Eso no me parece una discusión correcta.
¿Debiera ir completo a la cuenta individual?
Claro.
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Foto: Andrés Pérez / La Tercera[/caption]
-- "Partimos de la nada, y hasta donde hemos llegado estamos súper contentos" --
En 2016 el grupo Security cumplió 25 años. ¿Cuál es el plan pensando para los 50 años?
Ojalá que para entonces sea un grupo mucho más grande y consolidado. Este ha sido un año de consolidación, de búsqueda de mayor eficiencia, de hacer los negocios más coherentes, de buscar sinergias entre las distintas empresas. Estamos monitoreando muy de cerca los negocios en Perú. En Asia tenemos una oficina donde estamos permanentemente viendo negocios. También estamos tratando de meter al banco a un nivel tecnológico mucho mayor y que el grupo sea una expresión de modernidad en la búsqueda de soluciones para nuestros clientes.
¿Eso significa ampliarse a más negocios y países?
Creo que lo de Perú es lo que tenemos por delante, lo que tenemos que consolidar, buscar nuevas formas de instalarnos allá, donde ya tenemos dos empresas.
¿Están conformes con el tamaño que tiene hoy el banco?
Muy conformes, porque creemos que los bancos tienen oportunidades de crecer y participar de una serie de iniciativas financieras que hacen falta en este país.
Cada cierto tiempo surge en el mercado el rumor de que ustedes se van a comprar otro banco, o que a ustedes los van a comprar. ¿Son reales esos trascendidos?
Creo que ese es un interés periodístico. Cada empresa hace lo que puede hacer, lo que se imagina cuando consigue los recursos. Nosotros partimos de la nada, nos propusimos hacer algo, logramos la confianza de los accionistas y el apoyo del público y así hemos ido creciendo. Pero no es que uno se siente un día y diga: 'Sabes, me quiero comprar un banco o vender un banco'. Uno se fija un camino, uno tiene una visión, un conjunto de valores y vamos hacia allá, y hasta donde hemos llegado, estamos súper contentos, y si podemos seguir creciendo, lo vamos a seguir haciendo. Y somos esencialmente oportunistas. Hemos hecho 14 adquisiciones desde que existimos, son cosas que van surgiendo.
El próximo año se renovarán los liderazgos empresariales y a usted habitualmente lo mencionan como una carta para la presidencia de la CPC. ¿Le interesa?
De eso prefiero ni hablar, porque no me interesa discutirlo ni ser parte. Tengo un trabajo muy duro acá, de todos los días. Hay líderes o gente del mundo empresarial que lo hacen muy bien y el nombre mío saldrá por falta de imaginación.
¿Y cómo ve a Hermann von Mühlenbrock, quien ya oficializó su candidatura?
Yo de Hermann soy amigo, tengo la mejor opinión de él y le deseo mucho éxito en su campaña.
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