Frontal Trust delinea su futuro, se abre a private equity y arriba a Estados Unidos
En su primera entrevista desde que fundó la firma, Andrés Echeverría detalla sus planes para 2017. A los 11 fondos por US$ 270 millones, podrían aumentar a US$ 410 millones los próximos meses.
Justo cuando Frontal Trust cumple dos años, la administradora de fondos liderada por Andrés Echeverría emprende un plan de diversificación de la clase de activos en los que invierte, manteniendo su fuerte en los inmobiliarios, pero ampliándose hacia deuda privada y buscando oportunidades en Estados Unidos.
"La razón de ser de este negocio fue preferir una clase más especializada de activos alternativos, enfocado en fondos inmobiliarios. La idea inicial era desarrollo inmobiliario y renta, pero también algún private equity en servicios financieros, sin tener algo específico en mente. En estos dos años se han superado las expectativas", dice sentado en sus nuevas oficinas en Presidente Riesco.
El ex gerente general de Bicecorp y ex socio de EGP Partners, tiene activos 11 fondos de inversión con capital levantado por US$ 270 millones, 10 de los cuales son inmobiliarios en asociación principalmente con Fundamenta, y también con Surmonte y Campos de Chile. Mientras que uno es de private equity de financiamiento automotriz, en la sociedad Autofin. Dos de los fondos inmobiliarios están en bolsa, Retorno Preferente Plaza Egaña y Surmonte II. Los principales aportantes de todos los fondos son empresarios, familias de alto patrimonio y compañías de seguros.
Aunque el retorno que esperaban una vez cerrados los fondos era de entre UF más 10 a 15% anual, los cuatro que se han liquidado han tenido rentabilidades de entre 15% y 24%.
Nuevos fondos
"En estos días estamos en una revisión estratégica, para definir qué más queremos hacer de aquí en adelante, delinear los activos alternativos donde queremos estar", dice antes de listar lo que viene en la administradora donde es socio con Ignacio Fajardín y Clemente Ochagavía.
Para este semestre esperan levantar cuatro fondos por unos US$ 150 millones. La semana pasada cerraron un fondo por 700 mil UF (unos US$ 28 millones) para desarrollar edificios, junto a Fundamenta, en sectores de clase media en Santiago, Ñuñoa y Estación Central.
El otro fondo que están prontos a cerrar es uno de capital preferente para financiar a 3 inmobiliarias que tienen desarrollos en regiones del país, por un total de US$ 12 millones.
Y aunque aún está en verde, la apuesta por salir de la concentración de los inmobiliarios, la darían este año con un fondo de deuda privada. "No puedo contar mucho, porque está muy en verde, pero la idea es extender mecanismos de financiamiento a pequeñas empresas chilenas", dice. El objetivo es partir levantando entre 15 y 20 millones de dólares y llegar a los US$ 50 millones.
Pero la gran apuesta internacional de este 2017, cuenta Echeverría, es un fondo de renta inmobiliaria en Estados Unidos en asociación con EverWest por al menos otros US$ 50 millones. "Ante menores oportunidades que nos pueda deparar el mercado local, hay que mirar afuera. Nos vamos a dar una vuelta con el desarrollador estadounidense, EverWest, por el mercado chileno a fines de marzo con una propuesta concreta de inversión y levantar capital".
En cuanto a las proyecciones para el sector inmobiliario, dice que "todo indica que el crecimiento país va a estar en torno al 1% con suerte y eso te da poco espacio para ser optimista y hacer cosas. El escenario se ve bastante escuálido para la industria, pero la oferta está bastante contenida, y por eso le puede ir bien, y con las bajas tasas, lo que está se va a ir vendiendo".
La salida a este escenario dice, "desgraciadamente, es política. Depende qué pase con las elecciones. Espero que empiece a imperar un poco más la racionalidad, y menos el populismo".
Cambios
Echeverría dice que los últimos cambios legales, que facilitarán que las AFP inviertan en activos alternativos, viene bien a la industria.
Sin embargo, advierte que "es una mala idea que las AFP lo pueden hacer directamente, porque es relevante en esta industria el conocimiento, que está en manos de especialista más que un asset manager grande y generalista como una AFP".
Otro de los debates es la amenaza del gobierno de "terminar con las comisiones fantasmas". "La palabra 'comisiones fantasmas', que no tiene nada de fantasmas porque son explícitas y todo el mundo las conoce, le ha hecho un muy flaco e injusto favor a esta industria. Esta duda política es un tremendo nubarrón para el éxito o no de la ley de productividad", opina.
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