Fundación de Orquestas Juveniles crea su primera academia en Santiago

Dedicado una vida entera a enseñar las artes musicales a niños de diversas partes del país, el legado del músico y compositor Jorge Peña Hen adquirió forma en 1964 cuando creó la primera Orquesta Sinfónica Infantil de Chile y Latinoamérica. La agrupación fue formada por jóvenes de las escuelas más pobres  de su natal La Serena.

Luego de su asesinato en 1973, víctima de la Caravana de la Muerte, la idea de rescatar talentos musicales en los sectores vulnerables perdió apoyo. Pasaron 30 años para que el sueño del músico fuese retomado y plasmado en una iniciativa con proyección.

Producto de un viaje realizado a Venezuela por el director de orquesta Fernando Rosas, fallecido en 2007, que observó el éxito y envergadura de su  programa musical y educacional, nació en 2001 la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI), que hoy cuenta con la participación de 12.000 niños y estudiantes, agrupados en más de 400 orquestas juveniles e infantiles a lo largo del país.

La FOJI, fundación dependiente de la Dirección Socio Cultural de la Presidencia, entrega anualmente más de 1.500 becas a niños de Arica a Punta Arenas. Consagrada a fortalecer la educación pública a través de la música,  la fundación celebra un nuevo hito en su historia en estos días: la inauguración de la primera academia de orquestas, que beneficiará a 50 niños de la Región Metropolitana.

"El objetivo de esta academia es entregar, a partir del acercamiento instrumental e integral, herramientas para el desarrollo social de los niños. Estamos orgullosos de iniciar este proyecto educacional, que aportará a la formación musical y cultural del país, entregando oportunidades de desarrollo a niños y jóvenes de los sectores más vulnerables de Santiago", dice Walter Valdebenito, director ejecutivo de la fundación.

Ubicada sólo a pasos del metro Toesca (Gorbea 1765), la academia comienza a funcionar este mes y tiene contemplado para este año un programa de estudios que incluye clases con instrumentos de cuerdas, percusión y teoría, además algunos cursos de expresión corporal y talleres sicosociales. "Ese es el sello y el plus que tiene la fundación, que no sólo buscamos que los niños toquen instrumentos, sino también  proveer un desarrollo integral de los jóvenes que participan en las orquestas juveniles", recalca el director.

DESAFÍO REGIONAL

Los frutos de la fundación se pueden observar de norte a sur. Con un total de 440 orquestas, la institución mantiene 17 de carácter sinfónico, lideradas por los 73 estudiantes de la Orquesta Nacional Juvenil, dirigida por José Luis Domínguez.

Además, la FOJI realiza talleres de capacitación a niños y profesores de todas las regiones, a través de becas especialmente diseñadas para los lugares más alejados del país.

"Hemos realizado giras con orquestas de Arica a Tacna, y con la orquesta de Magallanes a Tierra del Fuego, así como también asistimos a distintos festivales, en el Teatro del Lago en Frutillar, en Temuco, Valparaíso, La Serena. Queremos que los beneficios no sólo se concentren en Santiago, sino que todo el país tenga acceso igualitario al desarrollo que significan las orquestas juveniles", afirma Walter Valdebenito.