Fundador saca a Dell de la Bolsa para relanzarla, con un costo de US$ 24.000 millones

En su habitación de la Universidad de Texas, Michael Dell creó en 1984 la compañía de computadores personales que llevaría su apellido. Treinta años después, el fundador de los "computadores personalizados" se ha propuesto relanzar la firma que lideró por años la industria de los PC.

La iniciativa tendrá un costo de US$ 24.400 millones y apunta a reinventar el modelo de negocios de Dell sin tener que someterse a la presión de Wall Street.

Para hacer realidad esta operación -la mayor de este tipo en Estados Unidos desde la crisis financiera de 2008- y sacar a la empresa del indicador Nasdaq, donde lleva cotizando un cuarto de siglo, ofrecerá comprar por US$ 13,65 en efectivo cada una de las acciones de Dell que cotizan en Bolsa, lo cual representa una prima del 25% respecto a su precio de cierre el 11 de enero de este año, antes de que comenzaran los rumores acerca de una posible operación de este tipo.

El financiamiento proviene sobre todo de la combinación de efectivo y acciones de su propiedad -es el mayor accionista de la firma con cerca del 14%-, y de los fondos aportados por Silver Lake, que algunos medios cifran en US$ 1.000 millones-, más US$ 2.000 millones que pondrá Microsoft, interesada en la supervivencia de los fabricantes de ordenadores que, como Dell, utilizan su software. Los bancos Merrill Lynch, Barclays, Credit Suisse y RBC Capital Markets financiarán deuda.

"Ahora la gran pregunta es '¿aprobarán los accionistas este acuerdo?'. Y es posible que no lo hagan", dijo ayer el analista de Sterne Agee Shaw Wu, quien resaltó que "prácticamente no hay prima" para los inversores de la empresa.

Dell emplea a más de 100 mil personas en el mundo y obtiene más de la mitad de sus beneficios de la venta de computadoras personales y servidores, pero ha ido cediendo cuotas de mercado, porque la industria se ha movido a productos como tabletas o smartphones, donde Dell no ha logrado participar.