"Geezer" Butler: "Estamos viejos y nos dimos cuenta que no vamos a estar girando por siempre"
El influyente músico británico habla de las razones del conjunto para decir adiós a su vida activa. Una gira de despedida los trae en noviembre al Nacional. "El último show en Santiago fue mi favorito de esa gira", dice.
Cuando se aproxima la hora final, llega el momento de los recuentos, de agradecer a los que estuvieron cuando no había nada, de ajustar un par de cuentas y de reivindicar los triunfos en el rostro del que antes te despreció.
"Se siente muy bien cuando tantos músicos jóvenes se han visto influidos por tu obra y te das cuenta que lo que hiciste tuvo un impacto gigante, sobre todo cuando la llamada crítica periodística nos despreció tanto en los 70", lanza "Geezer" Butler (67), bajista histórico de Black Sabbath, pasando la factura a una prensa que hace casi cinco décadas quedó aturdida con el voltaje agresivo y la impronta fúnebre de los ingleses, justo cuando hoy están en una gira publicitada como el adiós definitivo de uno de los pocos grupos capaces de inventar una nueva cultura y un nuevo lenguaje artístico: el heavy metal.
¿Más reivindicaciones antes del hasta siempre? "Estamos llegando al final en la cima de nuestras capacidades y estoy orgulloso de que estemos en este punto aún como buenos amigos", se enorgullece el músico en conversación con La Tercera, levantando diferencias con otros conjuntos cuyo epílogo semeja más una agonía acentuada por egos irreconciliables y campañas de mercadotecnia.
De hecho, luego de ese memorable concierto de 2013 ante un Estadio Monumental rebalsado hasta su último centímetro, los británicos volverán al país con un espectáculo pactado para el sábado 19 de noviembre en el Estadio Nacional. "Eso (el concierto anterior) lo recuerdo muy bien. Fue mi recital favorito de esa gira llamada 13, los fans fueron increíbles", rememora el hombre que hoy gira junto al cantante Ozzy Osbourne, el guitarrista Tony Iommi y el excepcional baterista Tommy Clufetos, en reemplazo del histórico Bill Ward.
Por esa misma energía con que se les ha visto en el último tiempo, ¿por qué decidieron parar para siempre?
Ahora estamos un poco viejos y, desde que Tony fue diagnosticado de cáncer, nos dimos cuenta que no vamos a estar girando por siempre. Entonces decidimos terminar en un punto alto, en la plenitud de nuestras habilidades. Lo sentimos como algo natural, una cosa que debía pasar.
¿Nunca estuvo en los planes acompañar este tour con un nuevo disco, también del adiós?
No, no hay planes para hacer otro álbum de Black Sabbath.
¿Cuál es la sensación al pensar que muy pronto abandonará lo que hizo por casi 50 años?
Será triste, porque he estado en esto durante toda mi vida adulta. Pero por otro lado, estoy muy orgulloso de todo lo que conseguimos como músicos.
Para mantener la vitalidad, ¿cómo era el ritmo de las giras en los últimos años?
Nosotros no queríamos quemarnos con un tour que no tuviera ninguna pausa, que fuera sin parar. Esta vez, girábamos por seis semanas y nos tomábamos entre cuatro a seis para descansar. Eso permitía estar siempre frescos y entusiastas a la hora de volver.
Con el adiós de Sabbath, la crisis de AC/DC, el también retiro de Rush de los escenarios y las muertes de Lemmy Kilmister y David Bowie, ¿cree que estamos presenciando el final de la era dorada del rock?
Ciertamente parece ser de esa manera.
Si la expresión cultural más significativa del siglo XX está perdiendo a sus mayores soldados, Buttler puede mirar en reversa y también hinchar el pecho por su contribución a esa historia gloriosa. Como parte de los hombres de Paranoid, impuso un sonido telúrico en las cuatro cuerdas, ayudado por recursos pioneros como el uso del pedal wah-wah para bajar los tonos y crear una vibra siniestra: básicamente, inventó la manera de cómo tocar el instrumento en el metal.
Además, fue esencial en la composición de las letras, labor facilitada por su fascinación por la magia negra, el horror, la ciencia ficción y el ocultismo. "En cuanto a lo que viene ahora, voy a hacer un disco en solitario si es que sale buen material, vamos a ver. De otra forma, también disfrutaré de estar en casa junto a mi familia", adelanta.
Pese a las referencias, el oriundo de Birmingham es un instrumentista de la vieja escuela que nunca sucumbió al dogmatismo. "Pienso que artistas como Bruno Mars y Coldplay escriben muy buenas canciones y son muy entretenidos en vivo. Recientemente vi a Adele, ella es grandiosa. Siempre me ha gustado toda clase de música, incluso desde que era un niño: pop, rock, jazz, blues, folk, opera, clásica, soul, de todo. Soy de mente abierta cuando se trata de música, excepto por el rap, del que no soy fan".
¿Cree que el rock ha perdido relevancia en este nuevo siglo?
Creo que aún es importante, pero como una expresión en vivo, especialmente en los festivales de rock. Pero me parece que ni siquiera en eso hay mucha originalidad, porque los headliners siguen siendo los mismos grupos que llevan muchos años girando.
¿Les hubiese gustado estar en el festival Desert Trip que empezó el fin de semana pasadoen California?
No. Estaremos tocando en el festival Ozzfest en la misma localidad.
Con el retiro de Sabbath, ¿hay otro grupo que pueda llenar esa vacante?
Me parece que la última banda realmente masiva en el rock , que haya tenido un impacto en todo el planeta, fue Metallica. Pero la verdad yo he perdido mucho el contacto con la música que se está haciendo por estos días, ya no me interesa.
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