Givenchy habla de su gran musa Audrey Hepburn

En una entrevista al periódico británico Independent, el diseñador desvela detalles de la especial relación que tuvo con la actriz belga.




Hubert De Givenchy, es actualmente uno de los diseñadores más codiciados de los últimos años. Nació en Beauvais, al norte de París en 1927 y a los 17 años se trasladó a la capital de la moda, donde empezó trabajando para Jacques Fath, Robert Piguet, Lucien Lelong y posteriormente Schiaparelli.

Pero fue en 1952, cuando tenía 25 años, que el joven aristócrata fundó la casa de Givenchy, comenzando un recorrido en el mundo de la moda, que esta lleno de grandes éxitos.

Hoy a sus 83 años, reconoce que muchos de esos éxitos se los debe a sus musas, entre las que se encuentran grandes figuras del siglo XX, como Grace Kelly, Jackie Kennedy, pero en una entrevista al periódico británico 'Independent', desveló el nombre de su gran musa: Audrey Hepburn, con la Givenchy comenta haber mantenido una "amistad tan especial como un 'affaire' amoroso".

De la actriz belga, a quien diseñó el mítico vestido negro que lució en la cinta ''Desayuno en Tiffany's'', destaca su actitud "fresca, única, leal y maravillosa" hasta el día que falleció, "demasiado pronto", según añade. Recuerda cuando Audrey se puso en contacto con él vía teléfono, para que diseñara el vestuario de su película ''Sabrina''. "Yo no sabía quien era Audrey Hepburn, porque no vi sus primeras películas", explica el diseñador.

Givenchy también recuerda cómo la actriz apareció en su taller con una camiseta anudada, sandalias planas y un sombrero de gondolero, pidiéndole que le creara el vestuario para su próxima película. "Yo le expliqué que sería imposible, porque sólo tenía ocho trabajadores para hacer 15 o 20 vestidos en un tiempo muy corto.

Ella le pidió que le mostrara su colección y, aunque no estaba terminada, consiguió vestir a Hepburn para la película. Es por estos detalles que es considerado un maestro en elegancia.

El diseñador francés afirma que el secreto por el buen gusto reside en "haber nacido con elegancia, es parte de uno mismo", explica. Sin embargo, lo esencial es "la sencillez, ante todo, porque cuando más simple y mas guapo estés, más 'affaires' amorosas tendrás", bromea.

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