Gobierno de Botswana confirma que viaje del rey Juan Carlos fue para cazar elefantes
Un vocero del estado africano dijo que el monarca español "tenía permiso" para realizar este tipo de actividad en la región de Okavango.
El gobierno de Botswana confirmó hoy que el rey Juan Carlos de España se cayó y se quebró la cadera durante un safari destinado a cazar elefantes en el norte de este país africano.
Juan Carlos llegó a Botswana la semana pasada y se fue tras caer el viernes en la región de Okavango (norte), dijo a la AFP el vocero del gobierno Jeff Ramsay. "Tenía permiso para cazar elefantes", apuntó. En todo caso según Ramsay el rey "sufrió la caída cuando se encontraba en su chalet, no sobre el terreno".
El monarca, de 74 años, tuvo que ser repatriado de urgencia y sometido este fin de semana a una operación de la cadera tras sufrir una caída y se recuperaba en un hospital madrileño. Pero su estado de salud se vio eclipsado por una serie de críticas inusuales hacia su persona tras conocerse que se encontraba cazando elefantes.
La Casa Real no confirmó que el rey estuviese de cacería mayor en Botwuana cuando ocurrió el accidente.
WWF
En tanto, la filial alemana de la la organización protectora de la vida silvestre World Wild Fund (WWF) demandó hoy explicaciones al rey sobre su participación en una caza de elefantes en Botwuana. "Aquí hay necesidad de explicaciones", sostuvo el vocero del WWF alemán, Roland Gramling. "Tenemos que saber si todo transcurrió de forma legal". "Partimos de la base de que fue una caza legal. Como presidente honorario de la sección española del WWF mejor hubiera prescindido de hacerlo", consignó Dpa.
Más de 43.000 personas firmaron hasta esta tarde en un sitio de Internet solicitando que se despoje al monarca de las funciones honoríficas. "La consternación es comprensible. A nosotros también nos sorprendió la noticia el fin de semana", señaló Gramling.
"Pero aun cuando sea difícil de entender para los protectores de la naturaleza, el WWF considera que la caza de trofeos puede tener sentido si se hace en bien de la preservación de la especie y de la protección de la naturaleza y bajo estrictas condiciones", agregó.
Las tasas relativamente altas que se pagan por animal cazado -unos 20.000 euros- debieran ser destinados a la población regional y a la protección de la naturaleza, sostuvo el vocero. En 2011 fueron cazados unos 400 elefantes en el marco de una "caza regulada y sostenida".
Gramling explicó que de esta manera se han generado estímulos para la conservación del hábitat y de las especies. "En muchos casos se redujo también drásticamente la caza furtiva". Esta última, sin embargo, sigue siendo un enorme problema: cerca de 12.000 elefantes son abatidos por año de forma ilegal en el continente africano.
El WWF fue fundado hace más de 50 años, y entre sus fundadores se encuentran por miembros de la nobleza europea. Según afirma en su "Libro Negro WWF" el escritor Wilfried Huismann, las familias de alcurnia querían así preservar sus territorios de caza y protección natural amenazados de desaparición por el fin del colonialismo.
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