Gobierno de Morales ofrece mejoras salariales a policías amotinados
El Ejecutivo quiere llegar a los 300 dólares, mientras que los efectivos piden 570 dólares, igual que los militares del mismo rango.
El gobierno de Evo Morales ofreció mejoras salariales a los policías de bajo rango con el objeto de controlar un motín que cobró hoy violencia con la toma, por asalto y destrucción, de muebles y documentos en oficinas de esa institución en La Paz.
El ministro, Carlos Romero, ofreció los aumentos después de que los amotinados saquearon e incendiaron oficinas de inteligencia del Estado y se reunieron frente al palacio gritando consignas contra el Presidente Morales.
Según Romero, el gobierno quiere "efectivizar la decisión de lograr" que los ingresos de los policías "alcancen a 2.000 bolivianos" (300 dólares). Los amotinados piden 3.700 bolivianos (570 dólares), igual que los militares del mismo rango.
El funcionario aseguró que "la voluntad y predisposición del gobierno se mantienen de manera inalterable" poco después del mediodía cuando los bomberos luchaban por apagar un incendio en el tribunal disciplinario y de inteligencia de la policía.
El incendio del edificio, ubicado a una cuadra del palacio presidencial, lo provocaron los amotinados tras rechazar un bono mensual de 200 bolivianos (25 dólares) que les ofreció el gobierno en negociaciones que duraron hasta la madrugada.
Los amotinados, vestidos de civil y con el rostro cubierto, tomaron por asalto el edificio, tiraron a la calle muebles, computadoras y documentos del tribunal disciplinario y de inteligencia de la policía, quemándolos en vía pública.
A la misma hora, algunos oficiales cargaban en radio-taxis documentos, computadoras e incluso ropa que retiraron del comando general de la policía, ubicado en una zona residencial de La Paz, en previsión de que sea tomado por los amotinados.
El comandante de la policía, Víctor Maldonado, que asumió hace un mes, recurrió también a la televisión y pidió a los amotinados "bajar la violencia" porque "se está atendiendo la demanda institucional poco a poco".
Mientras los amotinados gritaban consignas de grueso calibre contra el gobierno y el presidente Evo Morales frente al Palacio, en las calles adyacentes cerraron también los locales de comercio y la banca y se redujo totalmente el tránsito.
Los policías de seguridad física, encargados de la seguridad en edificios públicos, empresas privadas y sistema financiero, advirtieron a su vez que se replegarán mañana por lo que el sistema bancario autorizó a sus afiliados a cerrar.
Mientras tanto, los militares tomaron "todas las previsiones más recomendables" pero advirtieron que "las consecuencias" de salir a las calles "serían muy negativas y peores a las del 2003", informó un jefe militar a la agencia de noticias Fides.
En Santa Cruz, en la región oriental, los amotinados se parapetaron en el principal penal y los presos expresaron el temor de quedar sin alimentos. En Cochabamba, en el centro del país, bloquearon calles y avenidas y sus esposas volvieron marchar.
Los amotinados mantienen también ocupadas las oficinas de todas sus unidades y comandos en las principales ciudades del interior.
Por la tarde, los amotinados volvieron a marchar por el centro de La Paz, acompañados por sus esposas que iniciaron la protesta hace tres semanas y mantienen piquetes de huelga de hambre frente a los cuarteles.
Los manifestantes marcharon pidiendo la renuncia de su comandante y entre ellos había también algunos policías de la reserva y dirigentes del magisterio que se solidarizaron con la protesta.
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