Google responde a los 10 mitos de Google Glass
A dos años de su anuncio, la compañía enfrenta las críticas sobre el fin de la privacidad, distracciones el mundo real, su alto precio y la prohibición en distintos sitios, entre otros.
Aunque han pasado casi dos años desde aquella tarde de junio de 2012 cuando Google Glass fue anunciado al mundo, poco y nada se ha sabido de su lanzamiento oficial. Y aunque en la práctica, ya tenemos idea de sus aplicaciones, la forma de utilizarlos, sus especificaciones técnicas, cómo será la interacción con otros objetos y los nuevos modelos disponibles, las críticas se han hecho sentir, generando -según Google-, una idea equivocada sobre lo que será el producto final. Entre ellos, que distraen al conducir, que ya están prohibidos en los restaurantes, que son incómodos, ridículos y que definitivamente implican una invasión a la privacidad, por ejemplo.
Es por ello que la compañía quiso aclarar el concepto tras el proyecto, respondiendo los 10 mitos en torno al dispositivo. Algunos pueden ser cuestionables, pero sin duda falta conocer el producto final para generar un juicio justificado.
1º mito: Google Glass te distrae del mundo real
Según la compañía, a diferencia de un smartphone, "los anteojos permiten la interacción con el mundo que nos rodea y no está siempre encendido, por lo que sólo lo utilizamos cuando sea necesario". Aún así, funciones como la cámara, notificaciones y GPS sí podrían atraer la atención del usuario.
2º mito: Los anteojos están siempre están grabando todo
Tal como un smartphone, los lentes vienen en modo de standby o reposo y su grabación se limita a sólo diez segundos. Esto puede ser modificado por el usuario, aunque su batería sólo tendría una duración de 45 minutos.
3º mito: Google Glas es sólo para "geeks" o fans de los dispositivos electrónicos
Google indica que su uso no es sólo para fans de la tecnología, sino que hay profesiones como cocineros, médicos, estudiantes, periodistas, programadores, bomberos y hasta cuidadores del zoológico. La idea es experimentar con diversas aplicaciones aprovechando el entorno.
4º mito: El producto está listo para ser comercializado
Para quienes sueñen con el producto final, Google afirma que aún está en fase de desarrollo y que en el último año ha tenido nueve actualizaciones de su software, además de otras tres ediciones de hardware. Recordemos que lleva dos años como prototipo.
5º mito: Puede reconocer el rostro de otros usuarios
Como tenología, el reconocimiento facial ya es una realidad hace mucho, pero Google anunció que "no implementará esa función y que tampoco permitirá aplicaciones relacionadas". Sin embargo, el hecho que su sistema operativo sea Android le abre la posibilidad a desarrolladores externos para hackear el producto e implementar esta característica.
6º mito: Google Glass cubre completamente los ojos
No es así. Se trata de una pequeña pantalla ubicada de forma diagonal y no se utiliza la superficie del lente, permitiendo observar el entorno libremente.
7º mito: Es el aparato de vigilancia y espionaje perfecto
Por lo menos en este caso el prototipo parece ser lo bastante atrayente como para pasar inadvertido. Google afirma que es demasiado evidente como para ser usado de esta manera, aunque no sabemos qué ocurrirá en el futuro.
8º mito: Glass es sólo para algunos privilegiados con mucho dinero
La empresa admite que 1.500 dólares (alrededor de 750 mil pesos) es mucho para un gadget, pero indica que los costos del producto son así. En los casos de Indiegogo y Kickstarter son los usuarios los que financian el aparato, y para otros ha sido un regalo.
9º mito: Google Glasss está prohibido en todas partes
Es natural que no se pueda usar en baños públicos, vestuarios o casinos de juegos, aunque Google asegura que la paranoia ha hecho que se generen reglas demasiado rápido y que estas prohibiciones no serán necesarias cuando se conozca bien el producto.
10º mito: El fin de la privacidad
En el siglo 19 la cámaras fueron prohibidas en monumentos nacionales, playas y parques. Con el celular también se anunció que la privacidad se perdería, y muestras como los millones de videos de YouTube demuestran lo contrario.
Fuente: Google
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