Ídolo de Cobreloa dispara: "El cuerpo técnico del Fantasma es irrespetuoso"
<p class="MsoNormal">El uruguayo Washington Olivera, el popular Trapo, pide que la actual dirigencia y Marco Antonio Figueroa dejen la institución.</p>
Washington Olivera es uno de los más grandes jugadores extranjeros que ha pasado por Cobreloa. Radicado en Chile hace algunos años, el Trapo no esconde su dolor por la situación que vive el cuadro minero, club que por primera vez en su historia descendió a la Primera B.
"Lo que pasó es la suma de muchos errores durante tantos años. Esto no es de ahora. Cobreloa podía haber caído antes, incluso. Aquí hay un mal trabajo que hicieron los dirigentes y los cuerpos técnicos que han pasado por el club. A la larga, la suma de estos errores te termina pasa la cuenta", diagnostica.
Sin embargo, su análisis no se queda ahí. El ex delantero uruguayo se emociona al recordar las épocas pasadas, en las que el cuadro loíno dominaba en Primera División y ganaba notoriedad internacional, con sus dos finales consecutivas de la Copa Libertadores, en 1981 y 1982: "Es muy triste ver a Cobreloa en esta situación. Y yo estoy dolido, porque fui uno de los pioneros del club; estuve en ese equipo maravilloso de los 80, que lo encumbramos a nivel sudamericano y mundial, y hoy perder la categoría da mucha tristeza. Yo sé cómo debe estar el pueblo naranja y cómo deben estar muchos de los jugadores que vistieron la camiseta en mis tiempos".
En ese sentido, el charrúa clama por un giro radical: "Aquí hay que cambiar todo. Se tienen que ir los dirigentes: los (Sebastián) Vivaldi, los (Gerardo) Mella, los (Augusto) González, Juan George, y tiene que llegar un cuerpo técnico nuevo, porque este cuerpo técnico que está no lo hizo bien y es irrespetuoso". Y agrega: "Aquí hay que dedicarse a los juveniles, porque Cobreloa tiene muchos y buenos. Por ejemplo, el año pasado fueron campeones Sub 19".
Sobre un eventual regreso a Calama, Olivera es cauto: "Si me lo ofrecieran, debería replantearme la situación. Yo en 2008 me fui con mucha pena, porque prácticamente a mí se me echó de la institución. Recuerdo que en 2007 había vuelto a Calama para un homenaje que me hicieron, y a los dos o tres meses me llamaron para hacerme cargo de este proyecto (dirigir a la filial de Cobreloa en Tercera División). Y, de repente, el proyecto se cortó porque llegó un presidente que dijo que no había servido. Y habían salido de ahí jugadores como Eduardo Vargas y Junior Fernández, y otros tantos que llegaronl primer equipo".
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