Industria del porno se paraliza temporalmente en EE.UU. por casos de sífilis
La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria que infecta el área genital y afecta tanto a los hombres como a las mujeres. Por lo general se adquiere por contacto sexual con una persona que la tiene.
Una serie de casos de sífilis detectados en la última semanas han llevado a la industria del porno en Los Ángeles (California) a suspender temporalmente su producción mientras los actores se someten a pruebas.
El Departamento de Salud Pública de Los Ángeles investiga un posible brote de sífilis después de que la semana pasada recibiera información de al menos cinco casos entre actores de la industria, que según informó hoy podrían ser ya nueve.
La asociación de entretenimiento para adultos Free Speech Coalition (FSC) solicitó el lunes una moratoria de los rodajes y pidió a todos los productores que la respeten, mientras las autoritarias sanitarias investigan un posible brote.
La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria que infecta el área genital y afecta tanto a los hombres como a las mujeres. Por lo general se adquiere por contacto sexual con una persona que la tiene.
La enfermedad es fácilmente tratable con antibióticos y la organización facilitará tanto las pruebas como el tratamiento entre los afectados.
"Siempre aprecio cómo nuestra industria se une en un momento de necesidad", señaló la directora ejecutiva de FSC Diane Duke en un comunicado en el que subrayó: "la prioridad de nuestra industria es la salud y el bienestar de nuestros artistas".
El próximo noviembre los ciudadanos del condado de Los Ángeles votarán en referendum sobres obre el futuro uso del condón en el cine pornográfico, una iniciativa del grupo AIDS Healthcare Foundation (AHF) centrada en evitar la propagación de las enfermedades de transmisión sexual.
En enero, el ayuntamiento de la ciudad de Los Ángeles, un municipio en el que se filman muchas películas XXX, aprobó una ordenanza que obliga a usar condones en los rodajes.
Esa normativa entró en vigor en marzo aunque sin que se perfilaran los detalles sobre cómo se supervisaría su cumplimiento.
Los profesionales del cine pornográfico están sometidos a controles mensuales para comprobar que no padecen VIH, clamidia, sífilis, gonorrea ni otras enfermedades de transmisión sexual.
Según las compañías del sector, en los últimos 6 años se han hecho más de 300.000 escenas de sexo adulto grabadas y aseguran que no se ha producido ningún caso de contagio de sida entre profesionales dentro de los platós.
No obstante, los rodajes se han suspendido en varias ocasiones como medida de precaución durante los últimos años tras detectarse que algunos actores eran portadores del VIH.
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