Infidelidad escondida en el ADN de Ricardo III pone en duda linaje de la realeza británica
El equipo científico que investiga el esqueleto del rey Ricardo III, plantean una incógnita con implicaciones históricas al descubrir que hubo una ruptura en el árbol genealógico de la familia real británica.
Una infidelidad remece a la corona británica. Sin embargo el hallazgo no compromete a los herederos de Isabel II ni fue revelado por una revista de farándula, por el contrario, fue publicado por la revista Nature Communications que divulgó las conclusiones de los científicos que analizan el ADN del rey Ricardo III (1452-1483), cuyos restos fueron encontrados en 2012 en un estacionamiento de Leicester.
El ADN del esqueleto concuerda con el de dos descendientes de su hermana, Ana de York, lo que confirma "más allá de toda duda" que los restos son del rey al que William Shakespeare describió como cruel y despiadado.
Sin embargo, los investigadores advierten que en algún momento hubo una ruptura en la línea masculina descendiente, entre Juan de Gante (1362-1399), hermano del bisabuelo de Ricardo III, y Henry Somersetel, quinto duque de Beaufort (1744-1803), debido a un hijo ilegítimo, que no han podido identificar.
Ricardo III, que murió en la batalla de Bosworth Field en 1485 veintiséis meses después de su coronación, no tuvo descendencia conocida, lo que obligó a los científicos a trazar la línea genética desde su tío-bisabuelo.
Este hallazgo puede tener profundas implicaciones históricas, ya que arroja dudas sobre que alguno de los reyes y reinas, y las dinastías que actuaron de eslabones hasta la actual Isabel II lo fueron ilegítimamente.
El profesor de Historia de la Universidad de Leicester, Kevin Schurer, que codirige la investigación puntualiza que "la ruptura del cromosoma Y, y la consecuente falsa paternidad por el lado masculino no es sorprendente dada la época, pero plantea conjeturas sobre la legitimidad de la sucesión".
Sin embargo, pone paños fríos y asegura que "no estamos afirmando de ninguna manera que Su Majestad no debería estar en el trono", alegando que la historia de la monarquía británica es "muy enrevesada".
"Puede que hayamos resulto un misterio histórico, pero al hacerlo, planteamos una nueva incógnita", dijo por su parte a BBC Mundo Kevin Schurer, especialista en genealogía quien participó en el estudio.
La investigación dice que la ruptura afecta a la legitimidad de Enrique IV, Enrique V, Enrique VI y de "toda la dinastía Tudor", empezando por Enrique VII y siguiendo por Enrique VIII, Eduardo VI, María I e Isabel I.
Si la falsa paternidad ocurrió más abajo en el árbol genealógico, afectaría solo a la familia no real de los actuales duques de Beaufort, cinco de cuyos actuales miembros aportaron ADN al estudio.
Fuentes: BBC Mundo, y agencias AFP y EFE
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