Inside Llewyn Davis: el perdedor folk de los Coen
El actor Oscar Isaac cuenta su experiencia en la cinta que se estrena el jueves. Ganadora del Premio del Jurado en Cannes, es la historia de un cantante condenado al fracaso.
Fue un felino llamado Oswald. La cara redonda, los ojos saltones y el insistente ronroneo hicieron que el actor Oscar Isaac, sentado en la entrada de su casa en Nueva Jersey, dejara su libro a un lado y lo tomara. Lo acarició, lo subió en brazos, lo meció y lo tuvo que soltar con cierta rapidez El animal había mordido su brazo. A la mañana siguiente, Isaac despertó con su brazo hinchado, afiebrado y con una línea roja que iba de la muñeca al codo. Oswald había infectado a Oscar. Siguió una agitada jornada hospitalaria de antibióticos, vendajes y suero. Finalmente, Oscar Isaac se salvó por poco. "Casi llega a mi sistema linfático", dice.
Alérgico a las mordidas felinas, el actor llegó en estas condiciones a la película Inside Llewyn Davis: balada de un hombre común, donde un gato es compañero de reparto en extensas tomas. "Qué más da. Por los Coen lo haría todo. Creo que con el animal creamos buena química además. Sobre todo en el gran tramo que filmamos en el metro de Nueva York", bromea, instalado en uno de los salones del Hotel Ritz-Carlton de Cannes, donde el equipo del filme se alojó durante su estreno en el Festival de Cannes 2013.
Comedia negra y melancólica, Inside Llewyn Davis es una de las mejores películas de los Coen. Inmediatamente antes habían coqueteado con los grandes estudios en el western Temple de acero (2010) y la comedia Quémese después de leerse (2008). Por el contrario, Inside Llewyn Davis los devuelve al microcosmos de aquellos pequeños perdedores que siembran y no cosechan, de artistas que buscan y no encuentran, de la vida en hoteles y pensiones de segunda. A lo Barton Fink (1991) y A serious man (2009).
En este largometraje, que ganó el Gran Premio del Jurado en Cannes, Oscar Isaac interpreta al cantante de folk Llewyn Davis, un buscavidas que quiere hacer historia en Nueva York en 1961. Tiene muchas virtudes, pero no las suficientes. Es talentoso, trabajador y de buenos sentimientos. Lamentablemente, tiene también un carácter susceptible y, más que nada, ostenta una mala suerte descomunal: comienza a cantar en una época donde otros aún más dotados sí escribirán la historia. El más importante se llamará Bob Dylan.
Es una historia sobre el que podría ser el personaje que aparece al fondo de la foto de los famosos de la época. Con un guión impecable y una banda sonora de primera a cargo de T-Bone Burnett, la cinta además rescata las anécdotas de otros músicos de tales latitudes. Todos los personajes tienen su correlato real. El protagonista se basa en el cantante Dave Van Ronk. Y el dúo musical de Jim y Jean Berkey, a cargo de Justin Timberlake y Carey Mulligan, se inspira en Jim y Jean, auténtica pareja de aquellos años.
Si Llewyn Davis es un perdedor de pura cepa, Oscar Isaac es más bien lo contrario. Hijo de padre cubano y madre guatemalteca, su verdadero nombre es Oscar Hernández y, a los 34 años, ya fue dirigido por Steven Soderbergh, Ridley Scott, Alejandro Amenábar y, como curiosidad, Madonna. "Para este personaje, quizás no daba con el tipo físico que los Coen buscaban, pues Dave Van Ronk era en realidad un gigante rubio de 1,90 metros. Pero sí daba con el espíritu. Eso creo, al menos, después de escuchar y tocar mucho sus canciones", dice Isaac, que de joven tocó en bandas punk y sabe de guitarras, cuerdas y cables. "Quería tener el rol de cualquier forma. Soy fanático de los Coen desde joven y esto fue un sueño: compartir su mundo, sentirme un aliado de ellos, entrar en su humor tan filudo y a veces desconcertante", agrega.
Además, en esta cinta escapa al prototipo de personaje latino.
Siento que he tenido suerte, pero también he trabajado duro. Otro paso importante en mi carrera fue hacer el Rey Juan en Robin Hood (2010), de Ridley Scott. Y caer en Inside Llewyn Davis fue una cuestión del destino. Estaba escrito.
Llewyn Davis siempre está en conflicto con el mundo. ¿Cuáles fueron las instrucciones de los Coen en la cinta?
Sinceramente, no te dan muchas exactas. Su aproximación es más bien holística, sensorial, a partir de anécdotas. Ellos dos, teniendo personalidades bastante diferentes, funcionan como si estuvieran conectados en la misma frecuencia, a través de telepatía. Están en la misma página. Creo que tuvieron más problemas con los seis gatos que ocuparon en el filme que dirigiendo a los actores.
¿Por qué Llewyn Davis, siendo un buen músico, no logra el éxito?
Es una combinación de no estar en el lugar preciso y a la hora indicada con ciertas tendencias a la autodestrucción. Pero aquella misma autoflagelación tiene que ver con la búsqueda de autenticidad, de originalidad. Siempre antepuso sus ansias de ser artista a cualquier comercialización posible.
Usted está en casi todas las escenas, ¿Cómo fue el ritmo de trabajo?
En primer lugar, y para lograr lo mejor en las escenas de canto, seguí un consejo que me dio el músico T-Bone Burnett: escúchate a ti mismo primero. En segundo lugar, como dice el título del filme (la traducción literal es Dentro de Llewyn Davis), metiéndome en carácter. ¿Quién es este tipo de clase trabajadora que nunca sonríe, que no suele saludar mucho ni ser efusivo, que quiere comunicar su música, pero que fracasa una y otra vez? Es, después de todo, una especie de Buster Keaton: alguien que conserva su impasible y triste rostro ante la adversidad. Y vaya que la tiene.
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