Jefe del Ejército afirma que Honduras ha parado expansión del comunismo en América
<p>El general Miguel Ángel García Padgett dijo que el país centroamericano es un objetivo intermedio, porque el objetivo final de la amenaza del socialismo es EEUU.</p>
Honduras ha parado el "plan expansionista" del "comunismo disfrazado de democracia" que supone el "chavismo", aseguró hoy el comandante general del Ejército de este país centroamericano, el general Miguel Ángel García Padgett.
"Ha sido nuestro país Honduras el que ha parado precisamente ese plan expansionista", afirmó el militar en una entrevista en un programa de un Canal de televisión local junto con el resto de la jefatura de las Fuerzas Armadas hondureñas, que el pasado 28 de junio detuvieron y expulsaron del país al presidente Manuel Zelaya.
Zelaya fue inmediatamente después depuesto por el Congreso, que se amparó en una supuesta carta de renuncia del Mandatario, y nombró en su lugar a quien era presidente del Legislativo, Roberto Micheletti, cuyo gobierno no ha sido reconocido internacionalmente.
La cúpula militar hondureña, encabezada por el jefe del Estado Mayor Conjunto, Romeo Vásquez, reiteró que su papel en el golpe que depuso a Zelaya, sacado a tiros de su residencia y puesto en un avión con destino a Costa Rica, estuvo ceñido a lo que establece la Constitución.
Para Padgett, Honduras "es solamente un objetivo intermedio, porque el objetivo final de esa amenaza del socialismo, comunismo disfrazado de democracia, va para el corazón de Estados Unidos".
Si Centroamérica "se convierte al socialismo, al comunismo, chavismo podríamos decir", advirtió el alto mando, la región será "un mercado abierto al narcotráfico, al terrorismo, al crimen organizado, y lo que es más peligroso, (...) a las bases militares contrarias a nuestro sistema de gobierno que es la democracia".
"Latinoamérica nos va a juzgar (...) y no quiero que después, ya para el 2020, nos estén acusando de que no hicimos nada para detener esta grave amenaza que está sobre Centroamérica actualmente", agregó.
Por su parte, Vásquez subrayó que las Fuerzas Armadas hondureñas no pertenecen a "un determinado partido político", como sucede en otros países, donde "se han volcado" en pro de "un determinado movimiento político", en una referencia implícita a Venezuela.
El máximo responsable militar acusó al movimiento civil formado para la restitución del Mandatario depuesto, aglutinado en torno al Frente de Resistencia contra el Golpe, de utilizar las mismas tácticas que utilizaba la izquierda en la década de 1980 al acusar a los militares de "asesinos" y de "buscar mártires".
Hasta el momento han muerto tres personas por disparos de la Policía durante manifestaciones en apoyo de Zelaya y otro de sus simpatizantes apareció muerto a puñaladas la semana pasada en la zona fronteriza con Nicaragua, por la que el depuesto jefe de Estado pretendía volver al país.
Los opositores al gobierno de Roberto Micheletti también han comparado la situación actual con la que se vivió en el país durante la Guerra Fría, al denunciar esta semana que el Ejército estaba "reactivando los escuadrones de la muerte" responsables de desapariciones y ejecuciones extrajudiciales en aquella época.
Vásquez reiteró que las Fuerzas Armadas están "subordinadas a la autoridad civil" y que, por lo tanto, apoyan la "negociación" del Ejecutivo de Micheletti con Zelaya a través de la mediación del Presidente costarricense, Óscar Arias.
Preguntado sobre la posibilidad de que Zelaya retorne al poder contemplada en una propuesta presentada hace dos semanas por Arias, Vásquez rehusó responder, al argumentar que "sería muy irresponsable decir algo que puede comprometer" la institución castrense.
Por último, aseguró que entre las tropas "hay una moral muy alta", pese al conflicto interno que vive el país, y que están listas para su función de apoyo en los comicios del 29 de noviembre, en las que les corresponde custodiar y repartir el material electoral.
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