Joachim Löw, el aceitador de la máquina alemana

El entrenador, que fue ayudante de Jürgen Klinsmann, lleva casi 8 años al mando de los germanos y solo conocía terceros lugares en los Mundiales. Este campeonato es su primer trofeo internacional.




Cuando Jürgen Klinsmann asumió la banca de la Selección de Alemania le pidió al, en ese entonces, poco exitoso Joachim Löw que fuera su ayudante técnico. La banca del Austria de Viena quedó sin entrenador y Löw inició el camino en una Alemania que se preparaba para recibir la Copa del Mundo de 2006.

Parece ser que en la actualidad, la fórmula para ser un gran técnico es haber sido un mal futbolista. En su época como jugador, jamás fue demasiado exitoso, logrando defender solo en cuatro ocasiones la Selección germana Sub21. Su único logro hasta antes de formar la dupla con Klinsmann fue una Bundesliga con el VfB Stuttgart en 1997.

A pesar de estos antecedentes, ambos ex delanteros debutaron internacionalmente en la Copa Confederaciones de 2005, en donde la máquina alemana comenzó a dar los primeros atisbos de sus capacidades: un fútbol ultra ofensivo, un equipo compacto y una defensa alta y sólida. En aquel torneo, consiguieron el tercer lugar tras caer en un partidazo ante Brasil y vencer a México. Sin embargo, el juego de la Selección preocupaba poco, ya que habían buenos indicios de que se podía realizar un gran Mundial.

Cuando llegó la hora de la verdad, el equipo comandado por Klinsmann, solo alcanzó el tercer lugar tras perder en un dramático encuentro ante Italia. Tras vencer en el partido del honor al sorprendente Portugal de Cristiano Ronaldo, el ex goleador campeón del mundo dejó la banca con un equipo que logró colgarse el bronce. De ahí en más, Joachim Löw se hizo cargo del banco alemán.

El primer objetivo era quedarse con la Eurocopa de 2008, con una generación que acumulaba experiencia mundial como Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger, Per Mertesacker, Lukas Podolski y Miroslav Klose, quien ya había logrado ser goleador en la Copa del Mundo.

En la Euro de Austria y Suiza, el equipo de Löw cayó inapelablemente ante la poderosa España, frustrando una vez más el sueño dorado. En el Mundial de Sudáfrica 2010 la historia se repitió al caer ante la "Furia Roja" en semifinales y volver a conquistar el tercer lugar frente a Uruguay. Una vez más, la máquina de Löw fracasaba en las instancias finales.

Luego de clasificar holgadamente a Brasil 2014, Alemania era, una vez más, favorito a levantar la copa. Una goleada ante Portugal, el fácil triunfo sobre la complicada Francia y la humillación a Brasil pavimentaron el camino a la merecida recompensa del trabajado equipo de Joachim Löw.

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