John Cantlie, el reportero obligado a presentar los videos de Estado Islámico
El reportero británico secuestrado, que apareció nuevamente en un video difundido por el autodenominado Estado Islámico, conocía bien los riesgos que enfrentaba. Cantlie "temió por su vida" en un secuestro anterior en el país árabe.
De camisa negra, pálido, el rehén británico John Cantlie apareció una vez más en un video de propaganda del grupo yihadista que se hace llamar Estado Islámico.
La grabación muestra un simulacro de reportaje televisivo en el que Cantlie es presentado como corresponsal, supuestamente desde el enclave kurdo de Kobane.
Es el tercer video de EI que muestra al periodista de 43 años desde que fuera secuestrado a fines de 2012.
Esta última grabación se dio a conocer una semana después de la muerte del padre del reportero, Paul Cantlie, quien hizo un emotivo llamado desde su cama de hospital pidiendo que su hijo fuera devuelto "a los que ama y los que lo aman".
Jessica Cantlie, hermana de John, también grabó este mes un mensaje pidiendo contacto directo con los yihadistas, que ya ejecutaron a los cooperantes británicos Alan Henning y David Haines, así como a los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff.
PERIODISTA EXPERIMENTADO
Quienes conocían a Cantlie aseguran que era totalmente consciente de los múltiples riesgos que enfrentaba.
Un colega dijo al diario The Times que el reportero tenía una reputación de "coraje temerario y gran carisma".
Durante dos décadas el reportero se especializó en cubrir en primera persona noticias en situaciones poco usuales.
Entre sus trabajos se encuentran reportajes sobre motociclismo todo terreno y diversos deportes extremos.
Pero Cantlie es conocido sobre todo por informar desde algunos de los lugares más peligrosos del planeta, incluyendo Irak, Afganistán, Libia y Somalia.
En 2003, durante la invasión de Irak liderada por EE.UU., Cantlie viajó como periodista freelance al país árabe.
Algunos de sus colegas allí lo describieron como un hombre "siempre de buena disposición y buen humor, que es capaz de realizar su trabajo en forma eficiente en las condiciones más difíciles".
El trabajo de Cantlie ha aparecido en numerosas publicaciones, como los dominicales británicos Sunday Times y Sunday Telegraph, así como las revistas Esquire y GQ.
PRIMER SECUESTRO
El reportero fue secuestrado por primera vez en junio de 2012 en Siria, desde donde ya había informado en un viaje anterior desde el frente de guerra.
Cuando decidió regresar a Siria, cruzó la frontera con Turquía durante la noche junto a un guía sirio y un periodista holandés.
Apenas unos kilómetros dentro de territorio sirio los tres hombres encontraron lo que suponían era un campamento rebelde, pero se trataba de un grupo de yihadistas.
Cantlie relató después a la BBC que entre sus captores había varios hombres que hablaban inglés con acento londinense.
Uno de ellos acusó a los periodistas de ser espías, pero otro miembro del grupo, un médico, trató a los rehenes "en forma humana".
En el segundo día de su captura, Cantlie y los otros rehenes intentaron escapar durante la madrugada, pero fueron descubiertos por sus captores, que abrieron fuego hiriendo al periodista holandés en la cadera y a Cantlie en el brazo.
Días después los rehenes fueron rescatados por rebeldes del Ejército Libre de Siria.
"TEMÍ POR MI VIDA"
Tras su liberación en aquella ocasión, Cantlie dio una entrevista a la BBC en la que relató haber temido por su vida.
"Mi experiencia parece muy lejana ahora que hablo del tema en un ambiente familiar y muy cómodo en un estudio de grabación", afirmó Cantlie.
"Pero cuando uno está cautivo, con una venda en los ojos y una pistola apuntando a la cabeza, es algo extremadamente real".
"Pensaba que estaba listo para enfrentar a Dios. La imaginación en esos momentos se dispara. Tuve muchos pensamientos como ése", dijo el reportero a la BBC.
A pesar de su experiencia traumática, Cantlie decidió regresar a Siria ese mismo año, en noviembre.
Algunas de las fotos que llegó a enviar al Sunday Telegraph muestran bombardeos de las fuerzas sirias en el poblado de Maraat al-Numan. Otras registran edificios totalmente devastados for los enfrentamientos.
Fue durante este viaje que Cantlie volvió a ser secuestrado y no se supo nada de él hasta la divulgación del primer video en septiembre de este año.
Nadie sabe si John Cantlie llegó a ver o escuchar el mensaje de su padre:
"No puedo pensar en una alegría más inmensa que ver a mi hijo querido liberado".
"Quiero que John sepa que estoy orgulloso de él".
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