Juan Carlos Calderón: la música latina pierde un nombre clave
Compuso éxitos para Luis Miguel, Nino Bravo y Myriam Hernández.
Escribió Cartas amarillas, que inmortalizaría Nino Bravo. Convirtió a Luis Miguel en superestrella y trabajó con buena parte de las figuras en español de las últimas cuatro décadas: desde Joan Manuel Serrat hasta Ricky Martin. Juan Carlos Calderón, que a través de las canciones que grabaron decenas de artistas, ayudó a escribir la historia de la música popular -como letrista, productor, arreglador y músico-, murió la noche del domingo, a los 74 años, cuando estaba en plena actividad: grababa versiones instrumentales de sus éxitos y la musicalización que hizo para 12 poemas de Federico García Lorca. Una insuficiencia cardíaca se interpuso y falleció en Madrid.
"Cuando grabo con superestrellas, ya sé que habrá pelea y que ellos van a ganar por bronca, marrullería o esa suavidad para liarte que tienen", reflexionó una vez el español en el diario El País. "El artista es malo por naturaleza: combate al productor, del que se siente celoso, especialmente si no compone", agregó, dando muestras de una personalidad fuerte y consciente de su peso en la industria.
Su cría más relevante, sin duda, es Luis Miguel: en 1987 le produjo el disco Soy como quiero ser, el más exitoso del mexicano hasta entonces, con el que logró un cambio de estilo que consolidó Calderón en el siguiente álbum: Busca una mujer. Además de oficiar como productor, compuso ocho temas, entre ellos La incondicional, logrando el estatus de superestrella para el mexicano, con el que también trabajó en 20 años (Entrégate y Tengo todo excepto a ti son de su autoría), Segundo romance (1994), Amarte es un placer (le escribió el tema que da título y O tú o ninguna), Mis romances (2001) y Navidades (2006).
"Sin su voz y su arte, yo no podría haber sonado y puede que haya sido el primero que le ha sacado la voz", dijo Calderón a La Tercera, en febrero pasado, al recordar su prolífica colaboración con el artista (ver entrevista).
La carrera del español, eso sí, partió en los 70, componiendo Cartas amarillas y Vuelve, para Nino Bravo, y realizándole arreglos musicales para Libre y América. En 1973 se anota otro hit: Eres tú, de Mocedades. "Era un gran productor, una persona que conocía bien al grupo. Quiero agradecer su poesía", dice a La Tercera Izaskun Uranga, ex integrantes de la banda a la que le produjo 14 álbumes.
El pesar de los cantantes
Aunque su nombre pasará a la historia con la música pop, el jazz fue el primer estilo que cultivó, mientras trabajaba con Ana Belén y Joan Manuel Serrat, para quien hizo la mayoría de los arreglos del disco Mediterráneo. De todas maneras, nunca abandonó el jazz, sobre todo después de que cambió su residencia, desde Santander a EE.UU., en 1977. "Es uno de los artistas más creativos con los que he trabajado. Un hombre amable, con un toque cariñoso", dice el músico Herb Alpert, con quien grabó Fandango.
Entre colaboraciones a artistas como Julio Iglesias, José José, Paloma San Basilio, Chayanne y Ricky Martin (a quien le compuso ocho de los 10 temas de Me amarás, de 1993), cultivó una relación con Chile, con visitas al Festival de Viña, donde fue jurado en 1977 y 2000, año en que tuvo un tributo. "Tenía tal colección de éxitos, que un medley fue la forma que encontramos de poder abarcar lo más posible", recuerda Antonio Vodanovic. Además, en 1992 hizo para Myriam Hernández seis de los 12 temas de Myriam Hernández III, entre ellos Un hombre secreto y Se me fue. Ayer, la cantante escribió en Twitter: "Maestro, amigo, descansa en paz. Vivirás siempre en mi voz y en mi alma".
La red social fue la vía para lamentar la muerte de Calderón. "Vuela maestro, vuela", escribió Ricky Martin. "El mejor compositor, contigo la fiesta nunca terminó", anotó San Basilio -quien le entregó en 2010 un Grammy Latino a su trayectoria-, aludiendo al tema que le escribió.
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