Julio Peralta: "Estoy feliz por estar en cuartos de un Grand Slam por primera vez"

Al final de su partido de dobles de ayer en Roland Garros, un joven se acerca a Julio Peralta y le pide una selfie. "Hace ocho años estuve entrenando a este chico en Carolina del Sur", dice el tenista chileno, entre incredulidad y orgullo. Y es que eso fue en 2009, cuando después de varias lesiones, dejaba su carrera de tenista para concentrarse sólo en torneos de clubes. Pero afortunadamente, cinco años después, descubriría el camino del dobles, aquel que le ha permitido pasar por primera vez a los cuartos de un Grand Slam, en este caso Roland Garros.

Su dupla con el argentino Horacio Zeballos se consolida cada vez más. En el partido de ayer, frente al canadiense Adil Shamasdin (54º) y el argentino Andrés Molteni (62º), ganadores del último ATP de Lyon, hace poco más de una semana, comenzaron perdiendo. Pero sólo en los dos primeros juegos. Rápidamente el binomio sudamericano encontró la ruta que fácilmente los ha guiado en esta versión 2017 del abierto parisino: un buen servicio de Peralta, combinado con su prodigioso revés, y el juego ágil de Zeballos adelante, devolviendo las pelotas sin dejar espacio a la respuesta del oponente. "Son cosas que pasan en este deporte", reconoce un muy feliz Peralta a La Tercera. "En el tenis es así: de repente ellos juegan mejor un juego. Lo importante es que mejoramos el nivel, quebramos de vuelta y lo superamos", añade.

La remontada les permitió imponerse en el primer set, y el segundo fue casi un trámite. Al final, un 7-5 y 6-2, que les significa a ambos llegar por primera vez a los cuartos de final de un Grand Slam.

"Estoy muy feliz, creo que fue una actuación muy buena. Eran un equipo bastante duro. Venían jugando muy bien, ganaron la semana pasada y venían con confianza. Empezaron muy bien, pero nos emparejamos e incluso subimos el nivel, así que feliz por estar en cuartos de un Grand Slam por primera vez", admite.

Para ambos jugadores la victoria de ayer fue mucho más fácil, comparada con la que les dio el pase a octavos frente al alemán Andre Begemann y el austríaco Philipp Oswald, en la que debieron enfrentar un partido más cerrado. "Esas experiencias sirven. Hoy (ayer), en los momentos tensos, jugamos mejor y eso fue gracias a la confianza que nos dieron las rondas anteriores", manifestó, por su parte, Zeballos.

Tanto el chileno como el argentino estaban acompañados desde el palco por sus recientes familias. A Zeballos lo apoyaba su esposa y su pequeña hija, y a Peralta lo animaba con un "dale, Juli" su esposa colombiana, con la que se casó hace apenas unos meses. Quizás eso también les ha dado un aliento especial sobre la arcilla parisina.

El compañero del chileno, además, se encuentra en octavos de final de singles, donde hoy enfrenta al austriaco Dominic Thiem, pero dice que no está cansado. "Afortunadamente en un Grand Slam juegas día por medio", afirma Cebolla.

Para el zurdo marplatense, su juego individual es tan importante como el que realiza junto a Peralta: "Yo siempre le di mucha importancia al singles como al dobles. No sólo porque puedes disfrutarlo más porque estás con un compañero, sino también porque es importante en la parte táctica y tenística. Para mí son igual de importantes".

En cuartos de final, Peralta y Zeballos se medirán a la pareja colombiana formada por Juan Sebastián Cabal y Robert Farah (33º). "Va a ser un partido muy difícil. Juegan bastante bien, vienen juntos hace muchos años, se entienden bien y han estado en instancias importantes. Así es que va a ser un partido bien cerrado, pero me gusta", dice entusiasmado el doblista chileno.

Precisamente, Big Julius este año ha enfrentado dos veces a la dupla cafetalera. Ambas fueron estrechísimas derrotas, aunque sólo en una de ellas su compañero fue Horacio Zeballos.

Un triunfo le permitirá al chileno instalarse entre los 30 mejores del mundo y afianzarse en la carrera al Masters de Londres, donde, con lo hecho hasta ahora, subirá del puesto 16 al 12.