La crisis de los tradicionales británicos
En Reino Unido cierran a la semana unos 31 bares, ya sea por razones económicas, cambios en el estilo de vida o demanda inmobiliaria.
El año 2005, la red de bares Punch Taverns poseía unos 10.000 locales en Reino Unido. Eran tiempos en que invertir en el rubro parecía valer la pena. Afectada aún por la crisis económica y financiera que estalló en 2008 y tras el cambio de consumo de los británicos, hoy la empresa sólo tiene 4.000 pubs y montañas de deudas, las mismas que hoy la obligan a negociar un plan de rescate con sus acreedores. Aunque todas las razones del fracaso de Punch Taverns no pueden extrapolarse al resto de la industria, su caída en desgracia refleja, en parte, el constante y pronunciado declive que experimenta desde fines de la década pasada un sector que a lo largo de centurias llegó a transformarse en una característica de la vida diaria de Reino Unido, y que actualmente lucha por sobrevivir: el de los llamados Public House (Casa abierta al público), más conocidos como pubs.
Según cálculos de la organización Campaña por la Verdadera Cerveza Ale (Camra), la tasa de cierre de bares es de 31 a la semana, mientras que el 3% de los pubs en los suburbios bajó sus cortinas en los últimos seis meses. La crisis queda más patente si se toman en cuenta las cifras de la Asociación de Pub y Cerveza, las cuales señalan que mientras en 1982 había en Reino Unido 67.800 pubs, en 2012 el número había caído a 49.433. A su vez, el diario The Telegraph indica que todavía quedan 54.490.
"En nuestra época, nuestros padres nos llevaban cuando cumplíamos 18 años y nos compraban nuestro primer trago. Era parte de nuestra vida cotidiana. Los pubs luchan ahora porque los jóvenes salen una o dos veces el fin de semana y gastan una considerable suma de dinero, pero el resto de la semana no", comentó a la cadena británica BBC Geoff Sutcliffe, dueño del bar The Rising Sun de la ciudad de Blackburn, ubicada unos 34 kilómetros al noroeste de Manchester.
En línea con lo manifestado por Sutcliffe, entre algunos factores que explicarían esta agonía están justamente la crisis económica, la prohibición de fumar, la venta de alcohol barato en los supermercados o el nuevo estilo saludable que están adoptando algunos sectores de la sociedad.
Camra, por otro lado, esgrime que muchos bares están cerrando por la facilidad que existe en la ley para demoler estos establecimientos, con el objetivo de transformarlos en locales de venta de abarrotes y licores, departamentos, centros islámicos, tiendas comerciales o restaurantes sin previa consulta a la comunidad o un permiso de planificación. Como muestra, la organización sostiene que cada semana entre enero de 2012 y enero de 2014 dos bares fueron convertidos en supermercados.
Para impulsar un cambio en la norma que permita proteger a los icónicos pubs (tal como sucede actualmente con los teatros, por ejemplo), Camra destaca en su campaña por la modificación de la norma actual, que una de las razones para salvar a la industria es que ésta tiene alrededor de un millón de puestos de trabajo en todo Reino Unido y que anualmente inyecta a las diversas economías locales unas 80.000 libras (alrededor de US$ 132.890). "Muchos pubs, que son parte histórica de sus comunidades y que funcionan perfectamente, están cerrando, porque la legislación británica no los protege", dijo al diario The Guardian Tom Stainer, representante de Camra.
La organización -que promueve la fabricación y consumo de la cerveza tradicional británica- espera repetir la victoria obtenida el año pasado, cuando logró que el ministro de Hacienda, George Osbourne, redujera el impuesto a la cerveza.
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