La doble condena de Diego Olate

Tras el cierre del libro de pases para el presente torneo Clausura, muchos jugadores chilenos se han quedado sin trabajo. Jugadores que no podrán saltar a un césped profesional de Primera a lo largo del próximo semestre. Decenas de profesionales cesantes integran la larga nómina de futbolistas sin nómina en la máxima categoría del balompié chileno.

Jugadores de todas las edades, con todo tipo de historiales a sus espaldas, y todo tipo de historias. Algunos, jóvenes que tratan de abrirse paso; otros, con una dilatada trayectoria.Los nombres de algunos de ellos forman parte de la memoria colectiva chilena, pero la memoria no da de comer. Eduardo Rubio, César Henríquez, Rodrigo Toloza, Alonso Zúñiga, Diego Olate, Alí Manouchehri o Fernando Hurtado, pertenecen a esta lista.

El calvario de Olate

De entre todos los casos de futbolistas cesantes con una contrastada trayectoria en el fútbol chileno, el que más llama la atención es, sin lugar a dudas, el de Diego Olate. El zaguero se formó en O Higgins, equipo del que se convirtió en capitán en el año 2008, por mandato del entonces técnico del cuadro celeste y hoy seleccionador nacional, Jorge Sampaoli. Sus buenas campañas en el conjunto de la VI Región, le valieron su traspaso a ColoColo, en 2009, club con el que se proclamó campeón del Clausura ese mismo año. Tras su salida de Macul, el jugador defendió nuevamente a O Higgins, antes de pasar a formar parte de los planteles de Ñublense, Deportes Antofagasta, Santiago Morning, Deportes Copiapó y Husqvarna, equipo de la Segunda División sueca que marcó el preludio de su desembarco, en 2014, en Deportes La Serena. "No estaba al tanto de que se cerraba tan pronto el libro de pases" confiesa el defensor, visiblemente sorprendido al recibir la noticia.

El timbre de su voz revela aflicción, y pesadumbre, como si por momentos pareciera dispuesto a rendirse: "Es una situación muy complicada. Pienso que se me cierran las puertas, que si dejo pasar estos 6 meses, llegarán jugadores jóvenes, que vienen con muchas ganas, y me resultará más difícil volver", reconoce.

Pero los verdaderos problemas del rancagüino no tienen tanto que ver con el cierre del libro de pases, como con lo sucedido el 26 de junio de 2013. En la mencionada fecha, un varón de 48 años fue asesinado a tiros cuando se encontraba en el interior de su casa, situada en la población Villa Cordillera de Rancagua. Más de un año después del suceso, concretamente el 20 de octubre del pasado año, Diego Olate, entonces jugador de Deportes La Serena, era detenido por su presunta participación en el crimen.  "Futbolísticamente estaba muy bien. Jugaba siempre o casi siempre. De central, de lateral, de lo que fuera, pero venía jugando. Fue por motivos extra futbolísticos que me tocó la salida", explica el futbolista, quien una semana después de ser apresado y formalizado, fue despedido de su club por absentismo laboral. "Lo mínimo por parte del club era creer en el jugador, pero nunca se me preguntó qué era lo que había pasado. Solamente escucharme, sólo pedía eso.  Con eso me hubiera quedado mucho más tranquilo, pero no se me dio la opción", denuncia ahora el zaguero, natural de Coya, quien no tardó en demandar a la entidad papayera por despido injustificado.

La imputación del jugador, sin embargo, no contribuyó sino a ensuciar aún más la imagen de un hombre que, en abril de 2013, ya había sido sancionado con un mes de suspensión por agredir en los camarines, al término de un partido entre Santiago Morning y Deportes Copiapó, al delantero del equipo rival y ex compañero suyo en O Higgins, Samuel Teuber. "Esas fueron las acciones que me llevaron hasta aquí, porque los casos extra futbolísticos siempre manchan mucho la imagen del jugador y al final la gente sólo se acuerda de eso", reflexiona con tristeza el ex jugador de La Serena que, pese a haber sido encausado como autor material del delito, continúa defendiendo su inocencia: "Yo no lo hice, pero no puedo decir mucho más, porque sería entorpecer a la justicia. Lo que sí que puedo decir es que vamos muy bien hasta ahora", asegura.

Su condena (la de tipo legal) se conocerá muy pronto, una vez que se celebre el esperado juicio. La otra, la que tiene que ver con la imposibilidad de encontrar un club, comunica inevitablemente con la primera. Su inocencia es lo que está en juego, pero también su pervivencia en este oficio. "Es una situación muy delicada. Si sigue sin aparecer nada, habrá que plantearse dejarlo nomás".

El club de los sin club

Eduardo Rubio

El que fuera delantero de la UC, Colo Colo y el Basilea suizo, entre otros equipos, se encuentra sin club tras su salida de Lota Schwager. El ex seleccionado nacional tiene 31 años y  destaca en la nómina de jugadores libres del SIFUP.

César Henríquez

El mediocampista de 33 años, ex de Universidad de Chile, Palestino y América de Cali, fue internacional en las categorías Sub 20 y Sub 23. Se encuentra sin equipo tras desvincularse del conjunto  árabe el pasado año.

Rodrigo Toloza

El volante formado en Palestino es,  a sus 30 años, otro de los ilustres cesantes. Su último equipo fue San Luis, donde recaló tras una larga carrera en Universidad Católica y Santiago Wanderers. Llegó a jugar en la selección adulta.

Alonso Zúñiga

Hasta trece equipos vieron pasar por sus filas a este jugador de 34 años, entre ellos Colo Colo, Universidad de Chile y Santiago Wanderers. El último club que defendió el futbolista, hoy cesante,fue San Antonio Unido.

Fernando Hurtado

El santiaguino fue el tercer arquero del combinado chileno en la Copa América 2007. Deportes Antofagasta fue el club de su debut, y también el último equipo en el que militó el golero, libre desde 2014. Cuenta con 31 primaveras.

Alí Manouchehri

El zaguero de ascendencia iraní , nacido en Austria,  llegó a debutar con la selección chilena adulta con sólo 18 años. Tras su paso por Europa, el jugador defendió la polera  de 6 equipos. Entre ellos Coquimbo Unido, su último club .