La final especial de Alexis Sánchez

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Mientras su futuro sigue en el aire, hoy va por la la Copa FA. El chileno retorna a Wembley, donde ha anotado seis goles.




Alexis Sánchez tiene la oportunidad de ser campeón, para cerrar con una sonrisa una temporada extraordinaria en lo personal, pero débil en lo colectivo. Hoy, a las 12.30 de Chile, el chileno y el Arsenal enfrentan la final de la Copa FA, nada más y nada menos que ante el Chelsea, el campeón de la Premier League.

El tocopillano ya tiene en su palmarés tres coronas con los Gunners (la Community Shield 2014 y 2015, más la FA 2014-2015), pero una eventual consagración esta tarde sería especial. Quizás, la última en la tienda londinense.

La incertidumbre ronda en torno al futuro de Sánchez. Aunque Arsène Wenger insiste en que el jugador tiene contrato (finaliza en junio de 2018), las grúas de otros poderosos del Viejo Continente están alertas para fichar a una de las figuras del fútbol inglés. En ese sentido, Bayern Múnich y Manchester City son los principales elencos que pretenden contar con el tocopillano.

El mismo jugador reconoció que después de la final se sentará con el estratega francés para aclarar su futuro y saber, al fin, si permanece en el Arsenal o toma otro camino.

Lo cierto es que, para la final, el ex hombre del Udinese llega como la gran arma para tratar de vulnerar a los Blues. Con 29 goles en 50 partidos, arriba al desenlace de la Copa FA dentro de la temporada más goleadora de su carrera (también aportó con 15 asistencias).

En Europa, es en Londres el lugar donde jugó más partidos (143) y donde anotó más veces (71).

Estuvo hasta el final de la liga luchando con Kane y Lukaku por ser el artillero máximo.

De hecho, los hinchas eligieron a Alexis como el mejor jugador del club en la campaña, por segunda temClporada consecutiva. "Es un delantero de clase mundial, que se merece todo lo que le pasa por el trabajo que pone en cada día", afirmó el zurdo Kieran Gibbs. A su vez otro de sus compañeros, Alex Oxlade-Chamberlain, se unió a las alabanzas hacia el artillero de la Roja: "Es uno de esos jugadores que tienden a sacar lo mejor de ti, porque es muy exigente".

Sánchez regresa a Wembley, la Catedral del Fútbol, terreno emblemático para el deporte más popular del mundo, en el cual el ariete nacional se ha acostumbrado a destacar. Lo más reciente fue en las semifinales del certamen, cuando le anotó a Claudio Bravo para darle la clasificación al Arsenal sobre el Manchester City (23 de abril). Ha convertido seis goles en cinco presentaciones en esa cancha, entre los Gunners y la Selección. Lo curioso es que cuatro de las seis conversiones fueron precisamente por la FA, ante Reading (18 de abril de 2015), Aston Villa (30 de mayo de 2015) y el City, respectivamente.

Las dudas del Arsenal no sólo van de la mano con la continuidad de Sánchez. También se relacionan con su entrenador. Se desconoce si Wenger seguirá al mando del club, sobre todo luego de una discreta campaña, en la que fueron eliminados en octavos de final de la Liga de Campeones y acabaron quintos en la Premier League, quedando fuera de la Champions por primera vez en 20 años.

"No será mi último partido, porque pase lo que pase, me quedaré en el fútbol", aclaró. "Lo que quiero es ganar el siguiente partido, me encanta ganar y me encanta hacerlo bien en mi equipo. Quiero ganar la copa para mi equipo", agregó el alsaciano. Wenger ha estado una vida entera en la misma banca, desde 1996. Ha dirigido 1.174 partidos, con 675 victorias.

La oferta

El Arsenal no renuncia a seguir contando con Sánchez. El periódico Daily Mail informó que la institución le realizó una oferta a raíz del interés del Bayern Múnich. Según lo publicado, los cañoneros le ofrecen 270 mil libras a la semana (345 mil dólares), mientras Alexis exige 300 mil libras (US$ 384 mil). Lo que se espera es que reanuden las conversaciones pasado el choque con el Chelsea.

Este factor juega para la final. Porque, eventualmente, puede ser la despedida del tocopillano con la camiseta del Arsenal. Habrá más certeza luego del partido, quizás con un trofeo bajo el brazo.

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