La historia del dueño de Louis Vuitton que quiere dejar de ser francés para pagar menos impuestos
Bernard Arnault, cuarto hombre más rico del mundo, dijo que tenía la intención de obtener la nacionalidad belga. Con esto, podría evitar el alza de impuestos anunciados para las personas más adineradas en Francia.
Bernard Arnault es un hombre típicamente francés. Según el sitio web de la Revista Hola, la mejor forma de definirlo es como "una persona discreta, tranquila y amante del arte", lo que complementa con su pasión por el piano y el tenis.
Tiene 63 años, está casado por segunda vez y tiene cinco hijos, dos de ellos de su primer matrimonio. Además, ostenta los títulos de Comandante de la Legión de Honor y Comandandte de la Orden de Artes y Letras, por sus servicios a Francia. Según el sitio web Born Rich, Arnault fue un factor importante al momento de suavizar las relaciones de Francia y China, previo a los Juegos Olímpicos de Beijing.
Pero el hombre más rico de Francia no está apareciendo en los medios internacionales por sus aportes al país, sino porque querría establecerse en Bélgica, para evitar el alza de impuestos a las personas más ricas que el presidente Hollande acaba de anunciar.
EL HOMBRE MAS RICO DE FRANCIA
Según el sitio web de la revista Forbes, Bernard Arnault tiene un patrimonio US $ 41 mil millones, lo que lo hace el cuarto hombre más rico del mundo, y el más rico de Francia.
Sus ingresos provienen de sus incursiones en marcas de lujo. Comenzó dando un nuevo aire a la casa Christian Dior, y ahora es el presidente de LVMH, más conocida por la marca Louis Vuitton.
Además, es el Director del Grupo Arnault, el holding de su familia.
Pero el empresario no solo se preocupa de sus propias empresas, sino que cuenta con millonarias inversiones en Internet y en distintos medios de comunicación.
CONTROVERSIA ACTUAL
Arnault solicitó la residencia belga, y desde noviembre pasado que se encuentra en busca de una nueva residencia en Bruselas. Esto fue confirmado por los mismos representantes del magnate, luego del anuncio de los medios belgas, lo que causó un gran revuelo en su país.
Esto, debido a que la solicitud coincide con los anuncios de recortes del presidente francés, François Hollande, que implica además un alza de impuesto para los más ricos.
En Bélgica, la situación sería mucho más cómoda, y Arnault podría mantener sus ingresos sin verse tan afectado a la hora de pagar impuestos.
Pero Arnault asegura que esto no es así, y en el comunicado enviado por sus representantes recalcan que "la eventual obtención de una doble nacionalidad franco-belga no cambia en nada la situación (de residencia fiscal) ni su determinación de continuar con el desarrollo del grupo LVMH y las creaciones de empleo que son consecuencia de ello en Francia".
Arnault ya tiene dos casas en Bélgica, una en Bruselas y otra en Dallemagne, pero aún así, si quiere obtener la nacionalidad deberá vivir tres años en el país o dar cuenta de conexiones con Bélgica.
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