La mitad de los jóvenes dice que votará en las elecciones de noviembre

¿Qué piensan los jóvenes sobre las próximas elecciones, los candidatos y la política? Este fue el objetivo central del sondeo que realizó el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) entre el 21 de julio y el 2 de agosto, vía telefónica a 1.132 jóvenes de todo el país.

Los resultados, que se darán a conocer hoy, muestran que el 47% de los encuestados "definitivamente irá a votar" en las elecciones de noviembre y otro 27% "probablemente" lo hará.

Para el director nacional del Injuv, Nicolás Farfán, se trata de un porcentaje alto. "En las Elecciones Municipales de 2012 y luego en las últimas Municipales de 2016 participaron alrededor de 750 a 790 mil jóvenes, mientras que en las últimas presidenciales un millón 200 mil jóvenes fueron a votar. El porcentaje de aumento es cercano al 85%", dice. Considerando esta cifra, agrega, el voto joven puede ser protagonista en estas elecciones.

Jorge Fernández, sociólogo y decano de la Facultad de Ciencias Humanas y Economía de la U. del Pacífico, cree que el alto porcentaje que manifiesta esta intención de voto, se debe al carácter del proceso, que incluye elegir al nuevo presidente. "De algún modo, legitiman los cargos de mayor representatividad porque éstos tienen un impacto mayor en la toma de decisiones y de temas que transcienden a la contingencia. Sin embargo, en la práctica no implica que efectivamente vayan a votar. Puede ser una respuesta políticamente correcta, pero no se puede hacer una proyección a partir de eso", advierte.

Octavio Avendaño, académico del Departamento de Sociología de la U. de Chile, coincide. "La disposición no siempre se hace efectiva. Es una de las grandes dificultades que trae consigo el voto voluntario, pero que tratándose de los jóvenes, da cuenta de una práctica que no ha sido asumida en este segmento de la población", explica. "La sociedad contemporánea no ofrece otros mecanismos de participación para los jóvenes, pero tienen un nivel de conciencia respecto de lo importante que es esta vía", señala el académico de la U. de Chile.

La encuesta, explica Lucía Dammert, académica de la U. de Santiago, es contradictoria. Por un lado está el 47% que dice que sí irá a votar y al mismo tiempo hay un 50% que dice que no le interesa la política (ver infografía), un 28% reconoce que le importa "algo", a un 44% le produce desconfianza, pero de todas formas el 71% cree que "las votaciones son un factor de cambio en la sociedad". "Esto plantea varias interrogantes. Reconocen que las votaciones son importantes, pero no necesariamente irán a votar", declara la doctora en ciencia política.

"Tienen ganas de participar, pero no en algo que les demande mucha entrega", dice Avendaño, quien añade que hay varios autores que han intentado explicar esta paradoja: por un lado se respeta a las instituciones, pero al mismo tiempo se desconfía de ellas. "Tiene que ver con los niveles de desconfianza interpersonal que redunda en las instituciones representativas en general".

Este grado de desafección de la política, dice Farfán, no solo se está profundizando, sino que aumentará en los próximos años. Las últimas cifras de este sondeo y la Encuesta Nacional de la Juventud de 2015, dan cuenta del distanciamiento que existe entre la juventud y la política en general. "Los partidos políticos hoy no están tomando en consideración la renovación que los jóvenes esperan que exista. El número de candidatos jóvenes no fue importante en las elecciones municipales y tampoco lo es en las elecciones de noviembre. Eso se refleja también en el desapego que sienten hoy los jóvenes", dice Farfán.

Según la Octava Encuesta Nacional de la Juventud de 2015, el 44,3% de los jóvenes dijo que la democracia es preferible a cualquier forma de gobierno, 11 puntos porcentuales menos que en la versión anterior de la encuesta (2012). "Este dato muestra que existe una baja valoración de la democracia", insiste Farfán.

La poca participación de los jóvenes no es solo a la hora de ir a votar, también se da en los grupos intermedios, dice Farfán, como las federaciones de estudiantes universitarios, las organizaciones sindicales, los centros de estudiantes en los liceos, las juntas de vecino, etcétera.

Cuando se trata de participación, señala Farfán, los jóvenes sí están dispuestos, pero por una causa más que por una persona o una ideología. Cuando el Injuv hizo un llamado para ir en ayuda al sur por los incendios y a Copiapó por el aluvión, reunieron 7 mil personas en solo dos días.