La Moneda discute borrador de primer proyecto del proceso constituyente

El 15 de octubre de 2015, es decir, hace un año atrás, la Presidenta Michelle Bachelet anunció a través de una cadena nacional el cronograma con el que su gobierno impulsaría uno de los principales compromisos de su campaña presidencial: una nueva Constitución.

Y el camino fue bautizado como proceso constituyente.

Dicho calendario contemplaba distintas etapas, entre ellas, un proceso de educación cívica, y la realización de encuentros y cabildos a lo largo del país para recoger las posturas de la ciudadanía para una nueva Carta Fundamental. Es lo que se denominó etapa participativa.

Con la recolección de estos datos se dará paso a la elaboración de las llamadas bases ciudadanas, las que el gobierno pretende utilizar como insumo para presentar un proyecto de nueva Constitución al Congreso.

En paralelo, de acuerdo al cronograma original, tras finalizar la etapa participativa se daría inicio a la tramitación de la reforma que habilitará al Congreso para que sean ellos quienes decidan el mecanismo de cambio constitucional. Dicha reforma está programada que ingrese a tramitación a fines de este año.

De acuerdo a fuentes de Palacio, el contenido de esta reforma fue propuesta el año pasado por el ministro vocero de gobierno, Marcelo Díaz, al resto del comité político y la Presidenta Bachelet y apunta a modificar el capítulo XV de la actual Constitución, el cual define los mecanismos permitidos para realizar cualquier tipo de modificación a la actual Carta Fundamental.

Así, en las últimas semanas, La Moneda ya dio inicio a la elaboración de esta reforma constitucional. De hecho, un primer texto ya fue revisado el viernes pasado por los ministros del comité político Mario Fernández, Nicolás Eyzaguirre, Marcelo Díaz y Rodrigo Valdés.

Pese a que la redacción está muy avanzada y los secretarios de Estado quedaron de trabajar sobre el mismo para volver a reunirse por el tema, fuentes de Palacio reconocen que la decisión de cumplir con el cronograma comprometido por la Presidenta de enviar esta iniciativa al Parlamento a fines de este año aún no está definido.

Esto, ya que en el comité político coinciden con que podría ser complejo instalar el debate constitucional una vez más, sin tener aún listas las bases ciudadanas, las cuales estaban contempladas para ser anunciadas este mes según lo programado por el Ejecutivo.

El consejo de observadores del proceso constituyente -encargado de redactar las bases-, ha advertido en varias oportunidades que es probable que estas queden listas recién a inicios de enero del próximo año, debido a la lentitud de la etapa de sintetización de los diálogos ciudadanos.

Con todo, en el Ejecutivo temen que presentar la reforma este año y sin bases ciudadanas podría generar críticas de sectores políticos que permanentemente han acusado al gobierno de no plantear un debate de fondo, sino de formas. Es decir, a juicio de La Moneda, el riesgo es que se cuestione a Bachelet por hablar solo de mecanismos, sin proponer cambios concretos a la Carta Fundamental.

Junto a esto, en el Ejecutivo reconocen que los tiempos para tramitar una iniciativa de esta envergadura a fines de este año es compleja. Esto, ya que la agenda legislativa se encuentra prácticamente copada con proyectos considerados clave para el éxito de esta administración, por lo que no hay margen para incorporar nuevas iniciativas.

Además, se suma el hecho que la aprobación de la reforma constitucional requerirá de un quórum de 2/3, es decir, el más alto contemplado en la actual legislación, lo que significa un proceso de negociación tanto con los partidos del oficialismo como de la oposición.

En el Ejecutivo son conscientes de que hay otras batallas más urgentes que dar en temas como la reforma educacional, la elección directa de intendentes o el proyecto de interrupción del embarazo en tres causales.

Además, las comisiones de Constitución de ambas cámaras han insistido al Ejecutivo que ya no hay espacio para más iniciativas durante este período debido a la carga pendiente.

Con todo, en el gobierno esperarán unas semanas antes de tomar una decisión. Esto, ya que otra de las opciones en evaluación es presentar la propuesta al final de este período legislativo, pero con miras a iniciar el debate recién en marzo de 2017.