La Moneda notifica a UDI y RN que no escalará impasse con Venezuela

En Palacio sostienen que la instrucción fue adoptada por el propio Presidente Piñera. "Quedarse callado para tener una mejor relación no me parece que sea la lógica para actuar en el mundo internacional", dijo el presidente de la UDI, Juan Antonio Coloma.




El incidente diplomático con Venezuela -surgido a raíz de un proyecto de acuerdo del Senado chileno que proponía el envío de veedores electorales a ese país- fue uno de los principales temas abordados ayer en la reunión de ministros del comité político, con representantes de partidos oficialistas.

Según algunos presentes, en la cita el titular del Interior, Rodrigo Hinzpeter, les notificó que el gobierno no se involucrará en la polémica y que respetará las libertades de cada país, específicamente en el caso del gobierno de Hugo Chávez de permitir o no el ingreso de parlamentarios chilenos a Venezuela. Incluso, el jefe de gabinete les sugirió a los parlamentarios asistentes que reflexionaran sobre su interés de viajar Caracas para presenciar los comicios legislativos del 26 de septiembre.

Altos funcionarios de Palacio sostienen que la instrucción había sido adoptada por el propio Presidente Sebastián Piñera, quien pidió no seguir escalando el incidente.

Aunque la Cancillería estudia la petición de algunos parlamentarios de pedir ante la OEA una misión observadora, en el gobierno no existe ánimo de escalar el tema.

La nueva polémica entre el Senado chileno y el gobierno chavista -que ya en 2007 se había enfrentado por el fin de la concesión a Radio Caracas Televisión, una de las principales cadenas opositoras en Venezuela- se originó en un proyecto de acuerdo, impulsado por los senadores Patricio Walker (DC), Andrés Allamand (RN) y Fulvio Rossi (PS), entre otros. En ese documento -que fue aprobado por 17 votos a favor, entre ellos varios senadores DC y la PS Isabel Allende- se acordaba pedir a organismos internacionales "una actitud más vigilante" del próximo proceso electoral en Venezuela y se planteaba el envío de una comisión parlamentaria "como observadores electorales".

Desde Venezuela, el hecho motivó quejas de la Asamblea Nacional (que trató de pinochetistas a los senadores chilenos), el Consejo Electoral y el propio Chávez, quien adviritó que los senadores no podrán ingresar a su país. En respuesta, la Cancillería chilena defendió la práctica de los observadores electorales y presentó una nota de protesta por el lenguaje de las autoridades venezolanas.

Sin embargo, el gobierno de Caracas endureció el discurso y reiteró que no aceptarían intervenciones externas.

Consultado ayer en la tarde el canciller Moreno, evitó seguir polemizando. "El gobierno ya ha dicho todo lo que tiene que decir, hemos expresado de forma muy respetuosa, pero también muy clara sobre términos a los que han referido al Senado chileno", dijo el ministro chileno.

En tanto, ayer la senadora Allende emitió una declaración en la matiza su voto a favor del proyecto de acuerdo del Senado.

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